| Mi Asesina | Saga Cuervos #1

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*Martha Lone*⬆

Jueves 5 de Octubre del 2000

Eran las 2:00 am de la madrugada del jueves y el frío que trae el otoño se concentra en los pasillos de aquella mansión con aires de castillo medieval. El camina en dirección a la cocina después de dejar a su amada esposa en la cama. Toma un vaso y vierte agua para asi quitar a sed que lo despertó.

Sonidos de pisadas llegan rapidamente a sus oidos y las sombras se alborotan ante la presencia de los intrusos. Un gritos desgarrador llega a sus oidos provocando que corriera en esa direccion. Todo ocurre tan rapido que ni el mismo logro hacer algo. Se adentra en la habitacion de las mellizas quedando en shock ante la sangrienta escena. Aunque el haya asesinado a muchos y muchas... eso no implica que no pueda sentir dolor por la muerte de alguien.

Se acerca a paso lento hasta el medio de las dos camas individuales. La mayor de ambas, Gaia... tiene un profundo corte en el cuello de lado a lado, la sangre aun sigue esparciendose en las blancas sabanas al igual que las de la cama contraria. La menor, Freya... tiene múltiples puñaladas en el pecho y una en el corazón -la cual fue el golpe fatal-.

Gritos de miedo y dolor llaman su atencion provocando que corra automáticamente. Al llegar a la puerta sus rodillas chocan con el suelo brutalmente, sus ojos se cristalizan y las lagrimas no tardan en salir como río desbocado.

Su esposa... la mujer mas mas amaba en el mundo... yacía con la mitad del cuerpo colgando fuera de la cama donde compartieron momentos íntimos... sangre gotaba de las comisuras de sus labios, la mano izquierda reposaba en su vientre donde habian múltiples cortes profundos y repletos de sangre, sus ojos de un hermoso color verde con toques marrones no tenían vida alguna. Jarem se arrastro con dolor hasta el borde de la cama... donde jalo el inerte cuerpo de su esposa -el cual comenzaba a ponerse frío debido a las altas temperaturas de otoño- hasta quedar sobre su regazo... sin importarle el mancharse con su sangre. Empezó a llorar desconsoladamente con la frente pegada a la de su amada.

-N-no...- su voz quebrada resonó en la habitación.- N-no tenias que ser tu... M-Martha, te j-juro que los vengare... a ti y a nuestras hijas. Buscare a nuestros dos pequeños y los traeré a casa... l-lo juro mi amor.

Las lagrimas caían sobre las mejilla de la mujer, dejando un ultimo y casto beso en sus esponjosos labios.

Dejo el cuerpo en el suelo para levantarse he ir al pasillo. La ira y sed de venganza hervía bajo su piel, su lobo... Xorum, quería arrancarle la cabeza a los culpables de la muerte de las personas que mas amaba. Pero sus ojos estaban cegados por la ira y no le dejaba pensar o reaccionar. Algo se clavo en su costado... justo entre sus costillas, solo alcanzo a ver al joven de ojos celestes hielos mirarlo con arrepentimiento y dolor. Al sacar la daga de su costado, Jarem cayo al suelo dandose un golpe seco en la cabeza provocando que cayeran inconsciente y lo dieran por muerto.

El joven castaño empezo a temblar mientras veía sus manos manchadas de sangre inocente.

Su padre, un hombre imponente de cabello azabache y color celeste hielo se acerco a su hijo sonriendo ante el -supuesto- cadaver que yacia en el frio suelo de madera.

El hombre palmeó la espalda de su primogénito con orgullo. El chico se mantenía cabizbajo... aunque fuera un alfa y tuviera ciento cuarenta y un años, eso no implicaba que fuera alguien con el alma sucia... no, claro que no.