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Toda la manada estaba alerta. La luna de sangre estaba cerca... pero esa no era la mayor de las preocupaciones... el hecho de que rogues híbridos se acercaban a la manada y eran más de cincuenta, mantenía a todos alerta. Todos tenían miedo, principalmente los soldados al no saber como luchar contra ellos. Estaban reunidos en una sala de tácticas... las cabezas principales de las tropas estaban debatiendo que hacer contra los híbridos junto a la Luna de la manada quien es la Líder de las Tropas y el Alfa de la manada.

-Son demasiados... no podremos con ellos.- dice uno.- Luna, que hay que hacer.

-He luchado contra híbridos.- todos escuchan atentamente.- Los híbridos de vampiros y demonios son los más peligrosos... estuve monitoreando el área... lo bueno es que solo son lobos vampíricos... la manera más efectiva de matarlos es con balas de plata pura y darles en la cabeza. El combate cuerpo a cuerpo es efectivo pero sufrimos más riesgos de tener muchas bajas.

-No tenemos suficientes balas de plata pura...- ella masajeo el puente de su nariz agotada y preocupada.- Además, tenemos que evacuar la manada.

-No podemos evacuar.- aclaro ella.- Si evacuamos seremos un objetivo más fácil de asesinar. Se que el bienestar de la manada es lo primero pero también debemos pensar en evitar tantas muertes como sean posibles.

-Los refugios son seguros contra estos tipos de ataque. Están bajo tierra y bien sellados.- hablo otro de los hombres.

-Utilizaremos los refugios. Necesitamos a tantos hombre como tengamos... si nada funcionan tendremos que recurrir al plan b.- hablo y el alfa se alarmo.

-Beatriz, por la diosa no te atrevas.- dijo alarmado y molesto en parte.- No dejare que lo hagas.

-Es la única manera, Tommard.- expreso ya cansada.- Los híbridos son demasiado fuertes y rápidos... ningún lobo aparte de mi es lo suficientemente fuerte como para matar a uno.

-No lo harás.- reclamo.

-Lo haré por el bien de esta manada!... mi manada! JURE ANTE TODOS QUE DARÍA MI VIDA SI ES NECESARIO PARA PROTEGERLOS!.- exclamo molesta.- Solo espero que no tengamos que recurrir a eso.

Toda la sala se quedo en silencio. Tommard regreso a su asiento y ella permaneció de pie.

-Esto es lo que haremos... tenemos aproximadamente unas horas antes de que lleguen. Necesito que todos empiecen a refugiar a todos lo más rápido posible... si digo que se retiren, se retiran... QUEDO CLARO!.- explico seria y consisa.

-SI!.- gritaron todos al levantarse.

-Empiecen a llevar a todos a los refugios... no tenemos mucho tiempo.

Todos abandonaron la sala, menos los alfas... el silencio llenaba la habitación donde solo estaban ellos dos.

-Mi amor...- dijo Tommard, ella no le miro.- Cariño, hey...

Ella le miro con ojos cristalizados. Se veía cansada, agotada... estaba consumiendole de a poco y el lo sabia pero no lo quería aceptar.

-Lo siento... estaba pensando en otra cosa.- dice al sentarse.

-Beatriz, no puedes hacernos esto...- expresa angustiado.- No puedes hacerme esto...

Ella acaricia su rostro mientras sus ojos se cristalizan.

-Cariño. Tengo que hacerlo... es eso... o terminara consumiendome. Lo sabes muy bien... Xury esta haciendo todo lo que puede para retenerlo... no creo poder aguantar más.- el la beso.

Ella sollozo y abrazo a su pareja.

-Es irónico no?...- rie ella.- Aun no nos casamos... y ya pasaron casi siete años...

-Si, pero eso no cambia el hecho de que te ame con todo mi ser.- le responde.

-Y yo te amo de la misma forma, mi sol.

Se quedaron así, contemplandoce el uno al otro... memorizandose cada detalle del otro, para no olvidar, para no perder por si algo malo pasaba... por si ella se condenaba... por si el se destrozaba.

Un niño de ojos helados entro a la habitación, algo confundido por verlos así... llorando.

-Mami... ¿porque lloras?.- dije inocente mientras es sentado en el regazo de su padre.

-No te preocupes por mama... ella esta bien, solo algo estresada.- le dice Tom.

-Tu padre tiene razón, Daniel. Estoy bien... solo algo estresada y cansada.- dijo acercándose con una sonrisa a su hijo. Beso su frente con lagrimas cayendo por sus mejillas.- T-todo estará bien mi pequeño sol.

Aquella pequeña familia... se despedia en silencio de su más grande pilar.












































(...)

Ella toco la puerta de la habitación y luego entro.

-Triz.- ella se levanto.- Creí que estabas con las tropas...

-Bueno... Beth, necesito que me hagas un favor.- dijo ella.

-Espera... ¿estabas llorando?.- expreso confundida. Se le veía destrozada.

Ella se acerco rápidamente y tomo sus manos sorprendiendole. Elizabeth quería retroceder pero no lo hizo.

-S-se que debes odiarme y t-tenerme miedo...- dijo con voz ahogada.- Pero de verdad necesito que me hagas un favor...

-Yo no te tengo miedo... Beatriz, quizás al principio pero ahora no... no ahora que he visto a una gran persona... dime... que puedo hacer por ti.

Ella solo sollozo.

-Necesito que cuides de mi hijo.

-¿Que?.

-Tienes que protegerlo... se que lo amas con todo tu corazón... después de todo es tu sobrino.

-P-pero... ¿porque lo dices? Es tu hijo, tu debes cuidarlo no yo.

-No creo que regresaré con vida de esto, Elizabeth.- dijo fríamente.- Mi tiempo esta contado y no quiero que mi hijo se quede solo... se que tiene a Tommard pero necesito que alguien más lo proteja.

-C-como que no regresaras? T-tienes que explicarme.

-Solo hazlo.- dijo firme.- Solo haz lo que te pido... Tommard podrá contarte después... pero necesito que lo hagas... ¡prometelo!

-Lo prometo.



































































"Cuervo que se despide doloroso de los suyos... listo para afrontar su destino"











































No se si lo que haré a continuación este bien 😕 pero de todos modos lo haré.

Ya casi...





















(...)

| Mi Asesina | Saga Cuervos #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora