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El camino de tierra que lleva a la mansion de los difuntos Lharzy empieza a ser reemplazada por grava. El bosque empieza a desaparecer dejando ver a lo lejos la estructura con aires de castillos medieval.

-¿Crees que deberíamos estar aquí?.- pregunta mi hermana dudosa quien va en el asiento trasero.

-Si. No hay nadie en esa casa y nadie mas que nosotros y el consejo de alfas sabe de este lugar.- miro la caravana de autos por el retrovisor.- Hay algo que aun no logro comprender... si los Lharzy eran alfas poderosos, porque nunca tuvieron una manada?.

-Eso es fácil de responder, Tom.- responde mi hermano quien esta sentado a mi lado.- Nunca se preocuparon por los demás, solo por ellos mismo... recuerda que aquellos que tenían mates humanas las asesinaron luego de dar a luz a su segundo hijo.

-Cierto.- argumenta Elizabeth.- Y recuerda que también asesinaban a sus mates sean hombre o mujer... son malditos asesinos.

-Recuerdame porque asesinaban a sus mates?.- la miro por el retrovisor del auto.

-Porque sus instintos sanguinarios los dominaban de sobremanera causando que los vean como escorias.- dice rodando los ojos.- Fue lo primero que padre nos enseño, Tom.

-Pero fue hace años, soy algo olvidadizo...- replique.

-Claro. Aun no entiendo como sigues en el puesto de Rey Alfa.

-Porque soy el mayor, Malcom.

-¡Pero yo soy mejor empresario que tu!.- se queja como niño pequeño.

-Claro y yo soy modelo de pasarela.- los tres reímos.- Miren, ya llegamos.

Pasamos la enorme reja negra con el simbolo de la familia. Algo llamo mi atención, una motocicleta estaba estacionada en la entrada. Todos nos bajamos de los autos, todos miran la moto.

-¿Quien seria? Todo los alfas principales vienen con nosotros.

-Tampoco creo que sea el alfa de los Roosmoon... se nego a venir.- agrego Malcom.

-Entremos y averiguemoslo.- empuje la puerta de la entrada. Deje pasar a todos y nos fijamos en cada detalle. Todo esta como hace diecinueve años cuando masacramos a todos en sus camas. El aroma es tenue y casi imperceptible... pero algo no me cruadra aquí.

-Hay alguien aquí.- comenta Elizabeth.- Solo nosotros sabemos de esta mansión... quien crees que sea, todo se ve impecable.

-No lo se, quizás sea un simple lobo que aun le es leal a los difuntos Lharzys... quizás tiene las esperanzas de que vuelvan.

-¿Pero no lo sientes? Ese aroma que los distingue esta en el aire...- insiste haciendo que Malcom rodara los ojos.

-Seguro es el olor de los que antes vivían aquí.

-¿Quieren callarse?.- ordené.- Intento pensar como detener los asesinatos.

-Aun me da miedo estar parada aquí, luego de asesinarlos en sus camas... no me siento bienvenida en este lugar, necesito ir...- una bala impacto al lado d mi hermana haciendola callar.

El aroma a manzanas, duraznos y miel se hace presente haciendo que mi mirada se fije en la persona que esta en el ultimo escalón. Cabello chocolate, piel morena pero no tanto, ojos negros, va vestida de negro y logre dislumbrar dos piezas plateadas colgado de su cuello...

Mi...

-Mate... Idiota ¡Nuestra Mate!.- su voz suena alegre pero tiene un ligero rastro de miedo.

-Tch... falle, que lastima.- aun nos apunta con el arma, mis sentidos van a mil por hora.

Mis ojos se encuentran con los suyos, un brillo se refleja casi fugazmente en ellos.

| Mi Asesina | Saga Cuervos #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora