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-¡¿LA DEJARAS VIVIR AQUÍ?!.- grita Elizabeth histérica.- Sabes lo peligroso que es eso? Podría matarnos a todos en unos segundos... quizás menos.

-Basta, Elizabeth... es mi mate, tu futura luna y reina suprema.- dije seriamente.- No es mi culpa que tu mate haya muerto. Perdoname por ser tan duro pero es la verdad... espero que la Diosa Luna te conceda otro mate.

Salí de mi habitación cerrando la puerta de golpe. Llevo reinando mas de ciento setenta años sin mi mate ayudandome... esto es algo que no puedo negar. Mi pueblo necesita de su luna y yo de ella.

-Hijo...- me llaman desde la cocina.

-Madre.- un beso en la mejilla.- Necesitas algo?.

-No, solo que me entere que encontraste a tu mate... ¿No?.- asenti.- Que bueno hijo... ¿cuando se vendrá a vivir aquí?.

-No lo se, madre... no lo se. Elizabeth no quiere que este aquí y Malcom duda de lo mismo.- me cruzo de brazos en el meson para luego esconder mi cabeza en ellos.

-Porque lo dices? Acaso es de baja alcurnia o...

-No, madre... es una Lharzy.- se queda callada.- Es hija de Jarem Lharzy... hija de Korum... ¿sabes lo que significa eso mama?

Siento su mano pasar por mi espalda mientras suspira.

-Entonces es hija del líder principal de la familia Lharzy... y que es una alfa, ¿no?.- asentí.- Necesito conocerla para decirte que hacer... ¿cuando viene?.

-Dentro de dos días, porque la Diosa Luna me hace esto...- sentí un golpe seco en mi nuca que eme impulso a salir se mi escondite.- Oye...

-Deja de hablar, pareces ebrio despechado... ahora deja las idioteces y escucha.- se puso sería.- Es tu mate, es tu luna y es la próxima reina suprema... tu reina... ¿entendiste?.- asentí.- Perfecto, ahora largate a hacer tus cosas pronto estará la cena.

Sali de la cocina para dirigirme a mi despacho. Mi madre es unica la verdad... siempre me ha apoyado en todo lo que necesito. Nunca me ha abandonado... incluso cuando mi padre murió hace diecisiete años cediendome el trono. Incluso me apoya ahora en lo que puede como Reina Madre.

Las cosas en el reino están decayendo. Los ciudadanos están desanimados ya que no tienen a su luna... los guerreros estan de igual forma y las epocas de calor se están complicando. En la ultima unos lobos hormonales recién convertidos violaron a dos jóvenes humanas que residen como mates de otros lobos... ambas estaban en uno de los refugios diseñados para aquellos que no pueden participar o no están preparados, los cuatro chicos ingresaron sin autorización y... lo demás es algo evidente.

Elizabeth desde hace ya un año ha estado en una especie de depresión extraña... su mate murió hace un año y tres meses para ser exacto. Estaba en mi despacho, recibí la noticia del ataque a uno de los territorios mas pequeños... el alarido de dolor de Elizabeth llamo mi atención. Me había dicho que sintió su pecho quebrarse y luego la punzada de dolor... su lobo decayó tanto que no logro convertirse si no hasta cinco meses después... y solo fueron breves segundos. Ella sigue esperanzada de que la Diosa Luna le conceda otro mate... pero solo se nos concede uno solo -aunque existen excepciones-.

Entro al despacho para solo ver la montaña de papeles que me esperan -como todos los días-. Suspiro cansado tanto física como mentalmente... necesito vacaciones con urgencia.

Tome asiento tras el escritorio para solo empezar a revisar los papeles... la mayoría son peticiones de ciudadanos o aldeanos como les llama mi madre. Algunas eran totalmente absurdas como ayuda para reparar cercos o comprar electrodomésticos... para algo tienen empleos. Pero me detuve en uno que me llamo la atención.

| Mi Asesina | Saga Cuervos #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora