31 días con Masaki.

<~17 Diciembre ~>

Si había algo que nadie sabía de Masaki, era su amor platónico, ese que estará por siempre en un espacio de tu corazón, que no te dañara, que seguirá por siempre.

Si, Masaki tenía un amor platónico al llegar a Sun Garden, fue algo que empezó extraño para él, desconocido, un nuevo sentimiento que no comprendía, el cual buscaba en libros.

Después de terminar de contarle a Hitomiko sus “síntomas” como le puso, ella rio feliz, acaricio los cabellos del menor y sonrió diciendo —eso es amor...

Una buena dosis de medicamentos e inyecciones, Masaki regreso a su vida cotidiana. Compañareos de clase y del club le cuestionaron si seguía bien, si aún resentida algún síntoma o algo, lo que negaba rotundamente, de hecho estaba a punto de abofetear a Hikaru al preocuparse tanto este por el, al grado de casi hacerle todo.

No faltó que Hakuryuu estuviera cual “mamá gallina” con Masaki, a quien vigilaba cual vista de halcon.

.

El término de otro día más, los chicos recogian aquellas cosas que usaron en el entrenamientos, otros se iban a las duchas, y un par estaba entretenido con el cuerpo del otro en un espacio oculto.

Los besos húmedos, el calor que aumentaba en los cuerpos, el deseo dispuesto. Matatagi esperaba con ansias a Masaki, quien no estaba mejor que él.

Hayato recorría con besos el pecho y cuello de Masaki, quien se encontraba de frente a este sentado sobre sus piernas; los suspiros no paraban.

.

Al final todos se fueron a casa.

.

—¿Estas enamorado? –aquella pregunta de Hakuryuu lo descolocó, de hecho lo hizo caer de la cama.

—Que viene eso tan de repente.

—Responde

Ese cabello largo, sedoso, del color del cielo y el mar como sus ojos, llenos de amor, de esperanza y ternura.

Sus brazos cálidos, esas manos suaves.

Si, Reina Yagami era su amor secreto.