◤𝐕𝐮𝐞𝐥𝐯𝐞◢ ━━ Binwoo ✔

16

1 de Abril

"¿Por qué te gusta el café?
¿Qué lo hace tan especial?..."

—Pensé que me llamarías. —Escuche una voz masculina acercándose.

Levante la mirada de mi cuaderno, cerrándolo enseguida, de nuevo estabas solo, te acercaste y te colocaste a mi lado.

—Bueno, aún no he estado triste. —Te contesté.

—No me hagas esperar. —Me mirabas con una sonrisa que aún me ponía nervioso.

No dije nada, guarde mis cosas, mire alrededor, era curioso, el arrebol del cielo, no había nadie, solos tu y yo.

Era espectacular...

—¿Quieres ir a tomar café? —Miraste tu teléfono.

—¿Ahora? —Pregunté.

—Claro... Bueno si tienes tiempo.

—Esta bien.

Me daba cuenta que estaba más tranquilo que al principio, si te miraba demasiado y me preguntabas algo me ponía nervioso, trataba de no mirarte mucho tiempo.

Estaba cayendo la tarde y ambos fuimos a la cafetería de la universidad, había pocas personas en el instituto, pero con esas pocas personas hacían sentirme como el centro de atención.  

—¿Moka? ¿Americano? ¿Capuccino? —Dijo mientras nos dirigíamos a una mesa disponible junto a la ventana.

—Prefiero té verde. —Respondí mientras me sentaba.

Te espere hasta que regresaste con dos vasos en tus manos. Realmente me ponías nervioso, tenía miedo de hacer algo que fuera de mal gusto para ti, o arruinar la amistad que estábamos formando.

—¿Por qué te gusta el té? —Preguntaste mientras hacías entrega de mi té y te sentabas a mi lado.

—Por su sabor, es más simple y agradable. —Dije mientras daba un sorbo.

—Prefiero el café. —Me miraste fijamente.

—¿Qué tiene de especial el café? —Te pregunté.

—El café tiene un sabor amargo, si no es tu estilo con azúcar puedes hacerlo dulce. —Era muy obvia su explicación, aún no entendía que era una metáfora.

—¿Solo eso?

—Si, un hombre puede ser la persona más fría y rebelde, pero con una chica indicada puedes hacerlo cambiar.

—Ya veo... ¿Y ya encontraste a tu "azúcar"? —Dije inocentemente, mientras él tomaba su café.

—¿Me haz llamado frío y rebelde? —Me miraste fijamente.

—Eh, no. Simplemente me dio curiosidad saber si ya tenías a alguien, alguien que te interese. —Dije nervioso, desviando mi mirada hacía el arrebol del cielo.

—Ya veo, pero aún no estoy seguro con esa persona, sabes sólo busco a una persona que me demuestre cariño, que me ame y que de verdad quiera estar conmigo.

—Siento como si alguien te hubiera lastimado. —Respondí con desánimo mirando a mi té casi lleno.

—Así es.