Al llegar a su casa de la escuela, Lara fue directo a su cuarto como siempre, al pasar por la sala todos la miraron extraño pero no le tomó importancia alguna puesto que eso hacían siempre que la veían pasar, al entrar en la comodidad de su cuarto lanzó sus cosas a la cama para después sacar un par de cosas de su mochila y ponerlas en el escritorio, ordenó su cuarto y se sentó en el balcón a observar a las personas pasar, cada vez que alguien la veía desde la calle simplemente corrían a sus casas huyendo de ella como si fuera una criminal o un fantasma, la chica solo observaba y estudiaba con detenimiento cada cosa que veía; como corrían y jugaban los niños, como las aves volaban, e incluso como las nubes se movían dejando despejado el cielo.
Siempre estaba sola porque todos la consideraban diferente, a los únicos dos chicos que hablaban con ella no les prestaba mucha atención, o al menos eso creían ellos.
Lara siempre estaba encerrada en su cuarto ya que sus padres no la dejaban salir a menos que fuese a la escuela, todos en el vecindario pensaban que la chica era una enferma mental; en algunas ocasiones cuando estaba sentada en una banca en el parque alguien se le acercaba, pero ella siempre hacia preguntas raras que desconcertaban a la gente, además de que a los niños les daba miedo la forma tan extraña con la que se expresaba ya que no es sutil ni cuidadosa, sólo dice lo que piensa y ya, en su casa solo "estaban" sus padres, pero casi no los veía ya que se la pasaban en el trabajo y siempre estaban ocupados, también tenía un hermano que era dos años menor que ella pero él siempre la ignoraba porque se le hacía alguien muy rara y loca por lo que decidía imaginar que ella no estaba ahí, la única persona con la que la chica estaba todo el tiempo era consigo misma y el viento con el que le gustaba hablar, pues este si la escuchaba.
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Lara Kler
Short StoryEl mundo esta lleno de locos, y en un mundo de locos los únicos cuerdos están locos.