Hoy es el cumpleaños número 16 de Cole, Y Hillary y yo estamos muy emocionados porque la señora Amalia nos dejó encargados de la decoración.
Todo va a ser una sorpresa, Cole llegará de la escuela y la señora Amalia lo llevará un momento a la iglesia haciéndolo creer que necesita que le ayude con algo mientras Hillary, Jonatan y yo decoramos.
O sea que la decoración está a cargo de Hillary y de mí, porque no creo que a Jonatan le importen o le gusten los arreglos decorativos.
He pasado toda la mañana en la escuela junto a Hillary hablando de eso, de cómo pensamos decorar y de qué necesitamos para decorar.
Y lo único feo de que me haya emocionado tanto es que primero debo llegar a casa con mi padre y esperar a que se duerma para poder escabullirme a la casa de Hillary como siempre, así que Hillary debe empezar a decorar sin mí, y eso me da un poco de tristeza porque yo quería estar allí de principio a fin.
Con el transcurso del tiempo Cole y yo nos hemos vuelto más cercanos, incluso creo que es el único amigo varón que tengo y eso me hace feliz, incluso mi padre está feliz de que por fin esté de amigo con otros varones, así que ahora puedo visitar la casa de los Chachki por las tardes ya que simplemente le digo que voy a jugar con Cole al fútbol en el jardín y él me deja ir sin regaños o reclamos.
Pero solo puedo visitar hasta las 5 porque es cuando mi padre me necesita para que le empiece a llevar sus cervezas hasta el sillón.
Cole me invitó a la iglesia con Hillary y la señora Amalia hace una semana y mi padre por fin me dió permiso de ir.
Esa mañana oré por todos. Por mi padre, por los Chachki, y porque Dios me dé la oportunidad de seguir pasando más momentos así junto a Cole.
La familia Chachki cada vez me acepta más como uno de ellos.
Todos excepto Jonatan.
A él parece que no le agrado ni un poco pero la verdad no me molesta.
Cuando llego a casa decido dormir hasta que llegue mi padre, pero justo cuando estoy empezando a lograrlo escucho los tres típicos toques de la ventana de mi cocina que me hacen entender que Hillary está necesitando de mí, así que bajo y voy a su casa un breve momento antes de que llegue mi padre.
-En el camino a casa pasé por la tienda que mamá nos encargó, ¿Recuerdas?- dice.
-Síp.- respondo.
-Bien, mira lo que conseguí.- dice subiendo hasta su habitación mientras yo voy tras ella.
-Huele horrible.- digo mientras bajamos por el pasillo hacia su habitación. -Huele a humo.-
-Shht.- me calla. -Es Jonatan.- susurra. -Está fumando cigarrillos a escondidas de mamá.- y continúa su camino mientras yo voy tras ella con la boca abierta por el asombro.
Al entrar en su cuarto ella se apresura a abrir una bolsa grande blanca con todos los decorativos dentro.
-Cierra la puerta.- dice. -Cole no tarda en llegar.-
Una vez cierro la puerta ella saca de la bolsa una peluca azul corta, se recoge el cabello y se la pone encima mientras se para frente al espejo de su cuarto y la peina.
-La compré para ti, obvio.- dice moviéndola de un lado a otro. -Mi cabello natural ya es hermoso.-
Y yo río mientras me acerco a ella con un poco de nervios por la idea de usarla.
Ella me la entrega sonriendo y apretando su labio inferior entre sus dientes con ansias.
-Hazlo.- dice juntando sus manos.
Y yo lo hago.
Y me miro en el espejo tocándola entre mis dedos por unos breves segundos antes de que toquen a la puerta.
-Tu papá no tarda.- es Jonatan. -Ya vete.-
Y yo levanto la mirada hacia el reloj de pared de Hillary y tiene razón, faltan 5 minutos para las 2 de la tarde y papá no tarda en llegar.
-¿Cómo supo que estaba aquí?.- le digo a Hillary guardando la peluca en la bolsa.
-Siempre lo sabe.- responde encogiéndose de hombros.
Yo salgo de su habitación y cuando voy saliendo Jonatan tiene la puerta abierta, tiene una camisa de botones completamente abierta, unos jeans azules y está descalzo con un cigarrillo en su mano moviendo la cabeza de arriba a abajo con el ritmo de la música que suena desde su reproductora.
Y por alguna razón se torna fascinante verlo.
Hasta que nota que estoy aquí y se acerca a paso firme para cerrar la puerta.
Una vez en mi casa le abro la puerta a mi padre recibiéndolo con una cerveza en su mano.
Sin decir nada se sienta en el sillón y levanta los pies en la butaca para que yo, sin decir nada, le quite los zapatos mientras por la ventana de la sala principal veo pasar a Cole y a la señora Amalia hacia su casa viéndome con pena en sus ojos.
Yo no puedo evitar sonreír porque aún no he felicitado a Cole y es la excusa perfecta para darle un abrazo.
Las horas pasan y yo siento demasiada emoción.
A las 6 en punto mi padre se duerme, yo como siempre le apago el televisor y reclino su silla para que esté más cómodo.
Cuando veo a la señora Amalia y a Cole salir hacia la iglesia me escapo por la ventana de la cocina y me voy para la casa de Hillary a preparar todo.
Al llegar, Hillary me recibe con un abrazo de emoción y me lleva a su habitación para que saquemos las grandes bolsas y empecemos a decorar, lo hacemos todo con rapidez para que cuando Cole llegue encuentre todo perfecto.
Inflamos globos, sacamos el pastel del refrigerador y decoramos la mesa con figuras de acción que a Cole le encantan y cuando todo está listo Hillary sube a despertar a Jonatan quien baja con una bolsa de regalo en su mano.
-¡Sorpresa!- gritamos todos cuando entra por la puerta.
La verdad sí se ve muy sorprendido y después de recibir el regalo de Jonatan y abrazar a Hillary por felicitarlo es mi momento de recibir un abrazo.
El primer abrazo que Cole me dió.
El abrazo que desató mi caos.
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PERFORMING ARTS.
Teen Fiction~ART SERIES: libro 3.~ Jason solía ser una persona tímida y retraída. Siempre que intentaba hacer un amigo o relacionarse con las personas terminaba siendo víctima de rechazo o exclusión por su tan singular forma de pensar. Eso hasta que decidió art...