~ART SERIES: libro 3.~
Jason solía ser una persona tímida y retraída. Siempre que intentaba hacer un amigo o relacionarse con las personas terminaba siendo víctima de rechazo o exclusión por su tan singular forma de pensar. Eso hasta que decidió art...
Cuando bajamos del avión la tristeza de haber decepcionado a mi actual familia vuelve a ocuparme.
Y no sé por qué razón me duele tanto si quiera pensar en darle la cara a Ethan.
Sin embargo, Matthew viene por nosotros en el auto de Ben y lo primero que hace cuando nos ve en la distancia es correr a darle un beso en la boca a Ben seguido de un abrazo y agacharse a recoger sus maletas del suelo para llevarlas hasta el baúl del auto mientras escucha lo que Benjamín le está diciendo, sonriendo de oreja a oreja como si no existiera absolutamente nada más en el mundo y puedo notar que Ben le corresponde el gesto, totalmente consumidos por el amor que sienten el uno por el otro.
Branden está en su teléfono hablando con Ethan diciéndole cuánto lo extrañaba y contando los besos que le dará en el primer momento en que lo vea.
Y solo puedo sentir una cosa.
Envidia. De la mala.
Y por alguna razón giro a ver a Adam cargando las maletas junto a mí, sin mirar nada en especial y con cara de total aburrimiento y cansancio.
Todo el recorrido en el auto consiste en Matthew haciendo preguntas y en Ben contestándolas.
-¿Cómo te sientes?- pregunta Branden junto a mí. -Ethan está ansioso por verte.-
Y una sonrisa melancólica y apenada se apodera de mis labios sin darme cuenta.
Al llegar a casa Branden se baja después de mí y en un rápido movimiento me venda los ojos y comienza a guiarme dentro de la casa.
En el plano imaginario que tengo de la casa sé que nos estamos dirigiendo a la habitación que Benjamín le regaló a Ethan para que la convierta en su estudio de arte.
-Bienvenido de nuevo, Jason.- escucho a Ethan frente a mí. -Ya sé lo que ocurrió, sé que era demasiado importante para ti y que quizás te estés sintiendo mal, así que tengo un regalo para ti.-
Y Branden destapa mis ojos.
La habitación está completamente blanca como un espacio muy limpio para la creatividad, pero de las paredes cuelgan diferentes cuadros de diferentes tamaños que lo decoran de una forma magnífica.
Casi como si Ethan se dedicara al arte Deco.
Frente a mí está Ethan con un cuadro entre sus manos cubierto por una manta blanca.
-¿Listo?- dice y yo sonrío. -3, 2, 1- grita emocionado y descubre el cuadro haciendo que mi quijada se abra de inmediato y me cueste volver a cerrarla.
-¡Ta-da!- dice feliz.
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-Wow.- es lo único que puedo decir.
-eso pensé.- dice Ethan orgulloso de su creación.
-Mm, ¿Qué es?- dice Adam entrando a la habitación.
