XV

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Publicamos las fotos de Ethan en las redes sociales y fueron algo más que un éxito total.

A partir de ahí he ganado muchísimos seguidores y Pearl igual, Benjamín nos dijo que debíamos empezar a subir contenido más seguido para dar a conocer nuestro trabajo y nuestros proyectos.

En pocas palabras, casi como aprovechar los 15 minutos de fama que las fotos nos ayudaron a conseguir.

En la calle nos han parado para tomarse fotos con nosotros y nos han llegado contratos de publicidad con marcas que hemos aceptado muy gratamente, además de que ésta nueva popularidad también ha ayudado al concesionario a ganar reconocimiento y nos ha ayudado a vender las obras de Ethan a precios que él jamás hubiese imaginado.

Y aunque es muy interesante y muy emocionante tener más seguidores y que la gente se interese más por lo que hago, por mi arte y por mi vida en general; puede llegar a ser abrumador, y lo digo porque ya en muchas oportunidades he recibido llamadas de números desconocidos, hemos recibido amenazas, algunos incluso han posteado fotos muy antiguas tanto de mi como de Sam y han empezado a esparcir rumores como si fuésemos víctimas de las revistas sensacionalistas de celebridades.

Incluso la madre de Benjamín notó la popularidad por las redes sociales y está empezando a preocuparse porque lleguen a saber en dónde vivimos o en dónde estamos y lleguen a lastimarnos.

Así que ahora Adam no se despega de mí ni un solo minuto.

Y todo lo que hacemos debemos hacerlo con mucha precaución.

Hoy viajamos a Los Ángeles a hablar con otro de los contactos de la madre de Ben.

Hoy volvemos a probar suerte en otra ciudad y con otros agentes.

Así que estoy alistando las maletas de siempre, la mía y la de Violet.

Matthew vuelve a llevarnos al aeropuerto tal como la última vez.

Pero ésta vez es diferente, puedo sentirlo. No solo porque nos acompañará Ethan que ahora es nuestro publicista estrella ni porque irá Pearl, sino porque siento unas vibras diferentes en todos nosotros, siento que vamos con más energía, con más entusiasmo y con más ganas de obtener ésto.

Cuando llegamos al aeropuerto encuentro a Sam sentado en la sala de abordaje y no puedo evitar correr hasta él, dejando las maletas a la mitad del camino y haciendo que Adam las empuje con sus pies para traerlas hasta mí.

Ésta vez el vuelo no me asusta, quizás es porque a un lado tengo a Sam o quizás es porque al otro lado tengo a Adam, pero cada uno va tomando mi mano y me hacen sentir más cómodo.

Al llegar nos instalamos en un hotel digno de Benjamín.

-Su nombre, porfavor.-

-Benjamín Horch.-

-Adelante, bienvenido.- dice la mujer al entregarle las llaves.

-Ésta vez cada quién tiene su cuarto, no quiero que nos pase lo de la última vez. No me imagino lo incómodo que debió ser para Jason entrar en drag con Adam allí.- dice Benjamín. -¿Verdad?- agrega y me mira directamente a los ojos.

-Verdad.- respondo sin esconder mi mirada.

Benjamín nos entrega las llaves de las habitaciones haciendo que Sam y yo quedemos uno seguido del otro.

Cuando entramos a explorar las habitaciones escucho a Sam gritar.

-¡Dios!, Es genial.-

Y sonrío para mí mismo.

-Y lo mejor de todo.- lo escucho mientras atraviesa una puerta que conecta su habitación con la mía. -somos vecinas.- dice y yo río.

Sam se lanza a mi cama mientras yo desempaco la ropa de Violet.

PERFORMING ARTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora