D R A M A: I

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ACTO II

-Todos lloramos.- responde. -Es natural.-

-Bueno, a mí no me gusta que me vean llorar.- respondo.

-Está bien.- dice.

Deja de insistir porque realmente sabe que no voy a ceder, y aunque sí me siento triste no siento que sea un motivo tan significativo como para llorar.

Creo que el detonador de mi tristeza es pensar que defraudé a muchas personas, a mí misma para empezar, a Benjamín, a Pearl, a Matthew y todos los que creyeron en mí y pusieron de su parte para traerme hasta aquí a intentarlo, incluso a Branden.

Y ni hablar de Ethan, literalmente mi fan número uno, él estaba incluso más emocionado que yo por éste viaje y supongo que ya debió haberse enterado de lo que pasó.

Mi corriente de pensamientos se detiene cuando veo la pantalla de mi teléfono iluminarse con la imágen de Sam.

-Hola nena, ¿cómo te fue?- pregunta.

-Hola Sam, no muy bien la verdad.- respondo.

-¡Ay no!, No me digas que te dijo que no.-

-Así es.- respondo.

-Pues don Alfonso no sabe de lo que se pierde...-

-Aldo- le interrumpo

-Como sea, no te preocupes nena, tú tienes el talento y de una u otra forma conseguiremos los recursos, ¿Ok?, Nada de qué preocuparse. Por ahora intenta disfrutar, si tienes que llorar, llora. Pero luego levántate, ponte tu mejor peluca y sal a disfrutar de Las Vegas.-

Yo río un poco y respondo:

-Gracias Sam. Eres el mejor.- y sonrío para mí misma mientras Adam se despoja de su saco y su corbata frente a mí.

-Lo sé, te dejo nena, iré a trabajar. Besos.- responde.

-Suerte. Besos.- y corto.

-¿Ethan?- pregunta Adam quitándose la camisa.

-Nop.- respondo haciendo énfasis en la p.

-¿Tu novio?- pregunta mirándome pero se da la vuelta de inmediato y me da la espalda.

-No tengo.- respondo. -Si tuviera no hubiese pasado lo que pasó.- digo

Y Adam ríe levemente.

-O quizás sí- dice ésta vez girando para darme la cara mostrando su tonificado cuerpo en un intento por hacerme ver todo su potencial.

-Me conozco, y sé que no.- me levanto de la cama y me quito los tacones para dejarlos encima de la maleta mientras Adam se acerca a paso firme hacia mí lentamente buscando intimidarme.

Pero yo lo que hago es tomar la silla que está en la mesa en la que me maquillo y me siento, cruzo mis piernas y lo espero pacientemente mirándolo fijamente a los ojos con mi mirada más penetrante.

Cuando Adam llega junto a mí toma mi mano entre la suya pero yo la quito con rapidez

-Bailame.- le digo -Haz un show para mí.-

Adam sonríe y en vez de eso pone ambos brazos en los descansos de la silla, dejándome presa, y se inclina levemente para darme un beso suave y dulce.

Es el primer beso no sexualizado que me da.

PERFORMING ARTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora