~ART SERIES: libro 3.~
Jason solía ser una persona tímida y retraída. Siempre que intentaba hacer un amigo o relacionarse con las personas terminaba siendo víctima de rechazo o exclusión por su tan singular forma de pensar. Eso hasta que decidió art...
Me siento un poco adolorido a decir verdad, me duele la espalda, me duele la nuca y otras zonas de mi cuerpo que me hacen querer no levantarme de la cama. Además, el calor que Adam emana desde su abdomen y que entra sutilmente a la parte baja de mi espalda es tan reconfortante que no quiero mover ni un músculo.
-No quiero despertar.- digo y Adam acerca más su cuerpo al mío.
-¿Debes trabajar?- pregunta
-Debo seguir diseñando atuendos con Ethan, pero me dijo que venía en la tarde. Así que no, tengo la mañana libre.- respondo.
-Entonces duerme.- dice y se separa de mí para levantarse -Iré a preparar desayuno.- y se inclina nuevamente sobre la cama para darme un beso en la frente.
Así que simplemente decido envolverme de nuevo en las sábanas y esperar que mi calor recircule entre ellas para relajar mis adoloridos músculos.
Siento que no he dormido lo suficiente para sentirme listo para vivir una mañana más, pero cuando Adam entra y me deja el desayuno en la cama no me queda opción.
Después del desayuno Adam se va a acompañar a Benjamín y a Matthew con unos asuntos del concesionario y yo me quedo en casa con Sam para contarle todo con los más mínimos detalles así como le prometí.
-Dios mío, eso se oye tan excitante.- dice. -Cuídalo amiga, es difícil conseguir un hombre que esté de acuerdo con el drag, no querrán arruinar su imágen de machitos.-
Y ésto me hace pensar en lo mucho que Pearl merece amor. En lo mucho que todos merecemos amor en realidad.
-Supongo que algunos tienen más suerte que otros.- dice -Pero bueno, a trabajar, ¡Ethan!- llama.
Pero no dejo de pensar en que tiene razón.
Después de trabajar arduamente en el diseño de los atuendos para las próximas semanas con Ethan y Sam empiezo a prepararme para la función de ésta noche.
Es el primer Jueves en el que nos presentamos y la verdad estoy muy ansioso por saber si las personas asistirán, porque es diferente un show un viernes o un sábado por la noche que un show un jueves.
El jueves es ese día en el que empiezas a tener esperanzas y ansias porque ya se acerca el fin de semana, pero a la vez no es un día que se considere tanto como el viernes.
-Irán.- dice Adam junto a mí en el auto apretando un poco mi dedo meñique entre sus dedos. -No te preocupes.-
-De cualquier forma hicimos publicidad en las redes así que cambia esa cara y renueva tu actitud.- dice Pearl al otro lado de mí.
Mientras buscamos un sitio dónde parquear veo que no hay tanta fila como la última vez y me preocupa un poco.
-Era de esperarse, hay personas que trabajan mañana.- dice Adam al bajarse del auto cuando ve mi cara de preocupación. -Pero igual asistirán suficientes personas. Sólo confía.-
Pearl decide iniciar la noche con una parodia del laberinto del fauno, una película de Guillermo del Toro pero adaptada a la muy ingeniosa mente de Pearl, con uno de los atuendos más detallados jamás creados por Ethan antes.
Honestamente la veo, y no lo creo. Quiero correr a abrazar a Ethan y darle un beso en la frente para que nunca se apague su luz creativa.
Así que antes de iniciar el show, le tomo una foto sin que se dé cuenta y la publico de inmediato.
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De inmediato empiezo a recibir muchos me gusta, comentarios y respuestas y aprovecho para comentarles que el show está a punto de empezar.
La cantidad de aplausos cuando Pearl termina se oye como el doble de la cantidad de aplausos cuando inició, así que supongo que más gente ha entrado y eso me emociona.
Yo decidí cambiar mi estética por un momento y hacer un show inspirado en Marylin Monroe, abriendo con su canción Diamonds are a girl's best friend.
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Tal como lo esperaba hay más gente e incluso hay personas entrando aún y en fila para entrar, lo que quiere decir que cumplimos con nuestra meta de atraer persona incluso un jueves.
El dueño de Rocco estará más que feliz.
Para cuando el show acaba me encuentro con una persona demasiado grata en mi camerino.
Jonatan.
Y no viene solo.
Está en compañía de una mujer de cabello naranja con una piel de porcelana increíblemente lúcida bajo la luz de mi camerino y con unas curvas casi que creadas por Dios mismo debajo de un vestido rojo ceñido y unos tacones de aguja negros.
-Ahí estás.- dice Jonatan cuando me ve, acercándose a darme un gran abrazo. -Vaya show, ¿Verdad, cielo?- dice girando un poco atrás buscando la mirada de la preciosa mujer.
-Estuvo increíble y en persona eres, simplemente wow, eres más linda que yo.- dice acercándose.
-No exageres.- respondo riendo.
-Mucho gusto, Rachel Chachki.- extiende su mano y yo la tomo con gusto.
-Mi esposa.- dice Jonatan con el pecho inflado de orgullo.
-Violet...- respondo.
Y por unos segundos, mientras tomo su mano y siento el anillo en su dedo, pienso si es prudente continuar con mi nombre o si quizás le parezca una ofensa.
-Chachki...- continúa Jonatan por mí. -Violet Chachki.-
Y yo lo miro y le extiendo una sonrisa cómplice porque ahora es él quien me conoce más que nadie en la familia Chachki.
Adam entra al camerino y se presenta con Rachel como "mi novio" de nuevo.
-Deberías venir algún día al hotel en el que nos quedamos.- dice Rachel. -Para que conozcas a los niños antes de que nos vayamos.-
-¿Los niños?- digo sorprendido.
-Síp, una niña y un niño.- Jonatan responde como si nada.
-En serio deberían venir.- añade Rachel
Y yo sonrío y miro a Adam quién sonríe de vuelta.
-Además, tengo una promesa por cumplir, ¿Recuerdas?- añade Jonatan.
Y mi mente viaja a mil kilómetros por hora hasta ese inolvidable día.
