Vamos camino al aeropuerto, Matthew está manejando increíblemente rápido y Branden me dijo que más o menos así se siente cuando el avión despega.
Así que mientras Branden y Adam están viendo videos graciosos en el teléfono junto a mí yo voy con los nervios de punta incrustando mis uñas en las palmas de mis manos de una forma poco convencional.
Cuando llegamos al aeropuerto Matthew, Branden y Adam bajan las maletas del auto mientras Benjamín habla con su padre por el teléfono recibiendo todos los consejos que un increíble negociante le puede regalar a un negociante principiante y yo me encuentro a mí mismo distraído por la forma en como los músculos de los brazos de Adam se flexionan y estallan contra su piel al bajar las pesadas maletas que resultan ser las mías.
-¿Qué llevas aquí?, ¿Oro sólido?- dice con la voz quebrándose un poco por el esfuerzo y yo aparentemente no puedo articular palabras así que solo le enseño mis dientes en un intento fallido de sonrisa.
Una vez inician la llamada para abordar Matthew y Ben se abrazan y por lo poco que logro escuchar Matthew le dice que le desea la mejor de las suertes a su "negociante estrella". Lastimosamente Matthew no puede acompañarnos porque debe supervisar el concesionario, y por el otro lado Branden está hablando por teléfono con Ethan probablemente con el mismo contexto, Ethan se quedó en la casa con Sarah viendo cómo adecuarán el nuevo estudio de arte que Benjamín le regaló. Es básicamente un cuarto que estaba sobrando pero que Ben decidió darle a Ethan para que pinte y haga sus cosas. Y mientras, Adam se adelanta para abordar.
-¿No vienes?- pregunta extendiéndome una mano a modo de invitación.
Quisiera verlo en esa posición muchas más veces en mi vida pero con otro contexto, uno en el que me invite a locas aventuras juntos.
Pero eso no va a pasar, así que para no ilusionarme prefiero ignorar su mano y responderle.
-Ya voy.- y lo acompaño con una sonrisa.
-Te espero.- responde.
No quiero que me espere.
Porque los nervios están empezando a golpear otra vez la parte trasera de mi cabeza y la delantera de mi estómago de solo pensar en despegar.
-Adelantate.- respondo
-Ah ya veo.- dice llegando a una conclusión. -Estás nervioso, ¿Primera vez?-
-Así es.- río nervioso.
-¿Qué asiento tienes?-
-14A-
-Soy 14B, iremos juntos.-
-Genial- digo más de forma sarcástica que literal.
-Podemos ir nerviosos juntos.- dice -O podemos ir serenos juntos.- ríe y ajusta el gorro que piensa ponerse sobre su cabeza mientras yo lo miro un poco perdido mientras Branden llega junto a nosotros. -Por cierto, ¿Tú a qué vas?- le pregunta Adam a Branden riendo.
-¿De qué hablas inútil?, Soy el alma de la fiesta.- responde Branden también riendo -Además no conozco Las Vegas.- y empiezan a abordar juntos dejándome atrás esperando a Benjamín.
Cuando Ben llega junto a mí empezamos a abordar juntos, nos separamos cuando encuentro mi asiento y empiezo a analizar todo lo que tengo frente a mí: la pantalla que reproduce anuncios de la aerolínea, el control, la mesa desplegable, el portavasos y otras cosas.
-La seguridad primero.- dice Adam junto a mí abrochado su cinturón y halando hasta que quede. -¿Sabes cómo hacerlo?- pregunta.
Yo no le respondo porque me distrae el símbolo titilante del cinturón encima de mí así que él decide abrocharlo por mí y halar hasta que siente que ya no puede más.
Que cómico, si tan solo supiera lo mucho que apreto mi corsé.
Se me escapa una risita al pensar en eso y él no duda en preguntarme: -¿Está muy apretado?- lo que me hace reír en serio.
-Está perfecto, gracias.- le respondo.
-No hay problema, es mi trabajo.- dice.
Y pues sí.
La azafata empieza a dar indicaciones de lo que se debe y no se debe hacer, primero en español, luego en inglés y luego en otro idioma que no reconozco y segundos después el avión empieza a moverse hacia al frente y de inmediato mis manos vuelan hasta agarrarse del posa brazos.
Entre más avanza el avión y más velocidad adquiere yo apreto más y más mis manos hasta que mis nudillos están blancos y junto a mí puedo escuchar a Adam reírse de mí.
-No es gracioso.- digo sin soltarme.
-Sí es gracioso porque ni siquiera hemos despegado.-
Justo eso necesitaba escuchar para que me dieran ganas de vomitar.
-Vomitaré en ti.- le digo
Y él ríe, sin tomar en serio mi amenaza, pero ríe a carcajadas y es una risa tan plena que me hace sentir un poco más cómodo con la idea de poder morir en el aire.
De repente siento que mi estómago cae hasta mi pelvis y por la ventana puedo ver que nos separamos del piso, entonces todos mis músculos se tensan en un intento patético por aferrarme a mi vida mientras Adam se está ahogando de la risa por mi reacción.
Cuando el avión se estabiliza ya no siento nada, siento como si estuviéramos, de hecho, en tierra. O como si no nos estuviéramos moviendo en absoluto.
-¿Ya ves?, No estuvo tan mal.- dice Adam recuperándose de tanto reír y yo le lanzo una mirada de pocos amigos.
Segundos después siento su mirada encima de mí así que giro mi cara para verlo y darme cuenta de que de hecho, está viendo las luces a través de mi ventana y no a mí. Así que yo decido hacer lo mismo.
Lo que sí me tomó por sorpresa fue que aterrizar fuera incluso peor que despegar, hasta preparé una bolsa en caso de que vomitara pero afortunadamente no tuve que usarla y llegamos a la tierra sanos y salvos.
En la zona de recepción de maletas Adam decidió que era una excelente idea contarles a Benjamín y a Branden lo gracioso que fue para él verme sufrir durante el viaje.
-Debieron haberlo visto.- dice mirándome sonriente.
-Fue toda una comedia.-
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PERFORMING ARTS.
Teen Fiction~ART SERIES: libro 3.~ Jason solía ser una persona tímida y retraída. Siempre que intentaba hacer un amigo o relacionarse con las personas terminaba siendo víctima de rechazo o exclusión por su tan singular forma de pensar. Eso hasta que decidió art...