7. El héroe

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El grupo se reía, colocado hasta decir ya no más. Gretchen había aceptado tomar un papel, pero como Lily se había rehusado tanto y había tratado de irse, Duncan le pegó uno o varios parches que cumplía la misma función que el papel que Gretchen se había metido debajo de la lengua.

Ahora todos veían a Lily inhibirse de su estado normal. 

Ella no era ella, se sentía extraña y como si no controlase lo que hacía. Bailaba de la forma más sexual, se reía e incluso dejaba que alguno u otro le pusiese las manos encima.

Estaba realmente drogada.

Estaba de espaldas a la casa cuando Oliver salió de ella, encontró de inmediato a la castaña y se acercó a pasos largos.

—¡Tienen cinco segundos para esfumarse!—rugió fuera de sí.

Nadie dudó en hacerle caso. Gretchen tomó la muñeca de Lily para llevársela consigo pero de inmediato Oliver enrolló su brazo alrededor del cuerpo de ella y la sostuvo con posesión.

—¡Suelta a mi amiga!—Gretchen tironeó más fuerte de la mano de Lily.

Él le lanzó una mirada de odio—. Te sugiero que te vayas si no quieres pasar la noche en una celda.

Como si Lily quemase soltó la muñeca de ella y se fue corriendo sin siquiera mirar atrás.

Oliver se giró hacia Lily que tenía los ojos cerrados y bailaban alguna canción que resonaba solo en su cabeza.

Suspiró y la removió un poco—.Lily, ey, mírame. Lily, soy Oliver.

El cuello de ella caía hacia los lados como si fuese gelatina, no reaccionaba.

—¡Mierda!—gruñó exasperado.

La levantó como quien carga un bebé y se encaminó a la casa, adentro se escuchaba a David hablando con alguien, quizás un oficial de la policía así que prefirió rodear la casa pero al frente estaba la patrulla. Estaba sola así que se apresuró a meter a Lily a su camioneta, bajó un poco los vidrios y la dejó encerrada.

Entró rápido a la casa, David tenía los nudillos llenos de sangre y Jude estaba esposado.

—¿Qué harán con él?—preguntó acercándose.

David le dio una mirada a su hermanastro—. Dormirá en prisión hasta que se me de la gana de sacarlo.

El oficial le tomó la declaración a David, quién no tuvo tapujos en decir sobre la fiesta, las drogas en menores de edad y demás. Obviamente le dieron un sermón por qué él era el 'responsable' a cargo de Jude. Y por poco se salvó de ir preso, por muy poco. Eso no era juego y debía quedar claro.

—Me voy a quedar a ordenar esta mierda—suspiró David después que los oficiales se fueron con Jude.

Oliver se rascó la nuca nervioso, tenía a Lily en su auto.

—Te ayudaría pero tengo un asunto pendiente—se excusó rápido, David lo miró extrañado—. Ah, y tendré compañía.

Su amigo lo miró mal.

—¿Es en serio, Ollie? ¡Ya caíste otra vez en los chantajes de Helen!

—No es Helen—el tono serio que usó dejó a David callado quien no protestó más.

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