14. Malas decisiones

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Tal como había predicho Tessa, el jueves casi en la madrugada del viernes; Nick llamó a Lily. Una llamada rápida pero que a ella le bastó mucho más.

Por supuesto su madre el viernes le dijo que no iría a clases, ellas y Tessa irían a comprar un vestido para el baile. Las dos mujeres chachareaban casi metiéndole por los ojos a Nick, ella debía sentirse muy afortunada y tenía que ser recíproca para con Nick.

Su madre la estuvo halagando y diciendo lo mucho que se sentía orgullosa de ella todo el día.

Quizás, si llegaba a tener una relación con Nicholas su madre la trataría mejor. Por eso, en resolución, Nick solo le podría traer buenas cosas.

Se encontró anhelando el cariño y la protección de él mientras la arreglaban en el spa.

Quizás Nicholas podría entenderla, escucharla, quizás él sí le prestaría atención y la ayudaría.

Solo que cada vez que pensaba en pedir ayuda no podía, la llamarían ridícula, dramática o peor. Así que se mordía la lengua.

Que Lily no apareciese en clases le dio curiosidad a Jude, aunque por lo desdichada que andaba no creía que fuese capaz de rechazar la idea de una escapatoria fácil. No solo le causó extrañeza a Jude, Oliver había ido con David a recoger a este último y mientras David buscaba al chico él se había quedado rezagado apoyado en la camioneta esperando tal vez ver a Lily antes del estudio.

Pero no, no apareció.

Jude volvió a la carga con una insinuación sobre si se le había perdido algo o si esperaba a alguien pero fue inútil porque Oliver pasó olímpicamente de él.

Esperó que Lily apareciese en el estudio pero tampoco lo hizo, y esperó durante tres horas más sin embargo no había señales de ella por lo que arriesgó el pellejo y preguntó con fingido desinterés a su madre.

—¿No falta tú pupila nervios de gelatina?

Ursula se sonrió para ella misma mientras pintaba concentrada.

—Qué gracioso, hijo—levantó la vista hacia su modelo y le dio una dura mirada—. Lily se está arreglando para un baile.

Él levantó las cejas—¿Ya se gradúa? Vaya, ahora hasta un bebé se gradúa rápido.

—Ella no. Es un baile de su novio.

Ursula estuvo a punto de deletrearle letra por letra la última palabra a su hijo que repentinamente se había quedado callado y las ganas de hablar se le habían pasado.

Él hizo un esfuerzo por no dejarse atrapar por su madre—. Extraño los bailes, ¿sabes?

Desvió el tema, Ursula sacudió la cabeza y siguió pintando mientras Oliver cerraba los ojos volviendo a su posición mientras pensaba.

¿Por qué le dolía que Lily tuviese novio? Extraño. Le daba igual que Helen, su novia por dos años; le hubiese terminado por teléfono pero que Lily al parecer tuviese un novio sí le dolía soberanamente mucho.

Se sintió como un idiota, como si le hubiesen dado una bofetada.

A eso de las cinco Oliver acompañó a sus padres al aeropuerto, no tenía ánimos de escuchar a David pelear con Jude, así que prefirió quedarse en casa de sus padres. Su habitación estaba exactamente igual.

¿Y qué fue lo que hizo el resto de la tarde hasta tarde en la noche? Ver películas, pero no cualquiera tipo de películas, si no películas románticas.

Pobre diablo desdichado, menos mal no se había ido al departamento o David se cagaría de la risa ante el capricho ese de corazón partido que tenía.

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