Le dió un vistazo a su reloj en la muñeca, suspiró y siguió tamborileando los dedos en el volante.
5.20 AM. Se supone que a las 5.30 Lily saldría de su casa con cuidado y ambos huirían.
Solo por ese día, claro.
Tenía que hacerle entender que su casa era tóxica, que su familia lo era y que tenía que cambiar de ambiente o eso acabaría con ella. De todas formas Lily seguía siendo menor de edad, su padre acabaría con el caso en un chasquido y la recluirían probablemente en un convento en Suiza o en un internado en Alemania hasta que la consideraran lista para Nick.
Oliver soltó un suspiro, cuando Lily nombraba a ese chico parecía más desequilibrada de lo que antes había visto, pero a pesar de todo ella parecía casi enamorada de él, de Nicholas.
¿En qué se había metido?
Se inclinó hacia adelante en el asiento cuando vio movimiento en la esquina, suspiró aliviado cuando la puerta de su auto se abrió y la luz del mismo iluminó el rostro de Lily quien le sonrió feliz.
—¿Lista?
Ella asintió, subió y se abrochó el cinturón de seguridad—.Lista, héroe.
Oliver meneó la cabeza con una sonrisita y antes de poner el auto en marcha estiró su cuerpo hacia ella. Sabía que su relación con Lily no iba a ser normal, y que él había sido su primer todo y... y qué no podía aspirar a besarla cuando se vieran por miedo a que ella lo rechazase.
—¿Puedo...?—la voz le salió ahogada.
Ella sonrió y estampó sus labios con los de él rápido, dejándolo un poco confundido.
—Oliver, la respuesta siempre será sí.
Él gimió con dolor, se dieron un corto pero dulce beso y se sentó listo para conducir.
—Si te dijera: huye conmigo, ¿la respuesta sería sí?
Lily lo miró con profunda ternura, no le respondió pero él comprendió la mirada y le sonrió, tomando su mano y dejándole un beso en el torso de esta con toda la adoración posible.
No tardó en quedarse dormida, no había dormido nada pensando en como iba a hacer para salir de su casa sin que nadie lo notase, además de que sus padres habían llegado tarde e inmediatamente le habían dado todo un sermón donde ella era una loca enferma con problemas que nadie querría jamás y que solo le causaba dolores de cabeza a sus pobres padres.
Toda una maravilla.
Oliver tenía todo bajo control y bien planeado, su mente era veloz y sabía trabajar muy bien bajo presión tanto así que hasta los detalles los pulía. Para David él estaba con su novia nueva y su pequeña familia; para sus padres estaba de escapada romántica con su ex novia, Helen; y así. Se había asegurado de encontrar un lindo pueblecito inglés a unas pocas horas de Londres, yendo a toda velocidad no tardaría nada ir o regresar.
Si él seguía llevando las riendas para quitar obstáculos del camino, nadie, absolutamente nadie sabría jamás que bebía los vientos por Lily; sin contar que eso la mantenía a ella también protegida.
En conclusión, a Oliver Zylka nada se le escapaba.
El sol rayaba el alba cuando llegaron a una linda casita pueblerina, con cercas de piedra y madera; paredes recubiertas de piedra con musgo y techos de madera.
Él bajó sin hacer mucho ruido y se acercó al hombre dueño de la casucha que estaba preparándose para sacar a las ovejas de las que era dueño también.
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Perfecta Locura
Teen Fiction"Atrévete a perder la cabeza por amor" Antes de Nicholas Hamilton, mucho antes del descontrol en su vida... estaba Oliver Zylka. Lily ha pasado toda su vida siendo el títere de todos, aislada, manipulable e ingenua; su vida nunca le perteneció y la...