Alexy se encontraba visitando el centro comercial buscando su traje ideal. Había encontrado diseños muy atractivos pero el problema era la talla, su cuerpo comenzaba a cambiar y los malditos cierres no querían cerrar. Y tal vez con más esfuerzo lo lograría pero tenía cierto pendiente a que si presionaba su vientre le fuera a hacer algo grave al bebé, cuya estancia en su interior era de cuatro meses.
No tenía caso seguir buscando de más, agarro el que más le gusto y más tarde le haría algunos arreglos. Durante en la noche, mientras arreglaba su pantalón en la comodidad de su habitación, el peliazul no pudo evitar pensar en Kentin ¿Qué estaría haciendo en ese momento?¿Acaso lo recordaría de vez en cuando?¿Algún día volvería?. Un suspiró con desilución salió de sus labios, al menos ya no sentía la incomodidad de saber que él y su mejor amiga eran novios pues Sucrette les mencionó a él y a Rosalya acerca de su ruptura.
Tras sentir los ojos bastantes llorosos, Armin decidió apagar su PSP e iba a encender su PS4 hasta que un poco de curiosidad se asomó en su ser, dandose cuenta que él y su hermano estaban solos en casa y ahora que su mente estaba despejada del problema de Nathaniel, tal vez era el momento de hablar con Alexy. Luego de aquella "plática" que hubo entre su familia, no se había dado el tiempo de escuchar a Alex ¿Cómo se entero? y si era posible tambien quería saber quien era el "padre" de ese niño. Fue directo a la habitación de su hermano y tocó la puerta puesto a que últimamente el propietario la cerraba con llave.
—Oye... ¿Me abres? —sin oir una respuesta de todos modos abrieron la puerta dandole la bienvenida — ¿Qué haces?
—Hago unos ajustes a mi traje —contestó sin muchos animos mientras volvía a sentarse sobre la cama a renaudar su labor.
—... ¡¿pero que pasa hombre?! estás como si estuvieras en un funeral. ¡Sonríe! ya casi no lo haces. —dijo acercándose a él.
—No estoy de buenas Armin —dijo con el entrecejo fruncido.
—Nunca estás de buenas.
Tan tranquilo que estaba solo y ahora el torpe de su hermano venia a interrumpir su estado de calma.
—¡¿Y?! —volteo a verlo rápidamente — ¿Qué soy un muñeco o una caricatura para estar sonriendo siempre?¡No, Armin!¡Tu no entiendes por el estrés que estoy pasando, así que por favor cállate! — dicho esto último no pudo evitar agachar la mirada y cubrir su rostro con las manos para en cuestión de segundos entrar en llanto.
Si hubiese podido Armin se daba un golpe en la cabeza por cagarla, le dio tanta lastima ver a su hermano afligido que instintivamente se sentó a su lado y lo abrazó.
—Precisamente a eso he venido -susurró con una ternura que ni el mismo se podía explicar — A comprenderte... a que te desahogues conmigo y que también me puedas resolver mis dudas.— lo tomó de las mejillas e hizo que le mirara a la cara — ¿si?...
Entonces el otro gemelo suspiró, quizá estaba exagerando al enojarse por la preocupación de su hermano, malditas hormonas.
—¿Y que quieres saber? — murmuró tratando de limpiarse las lágrimas.
—Bien... —se rascó la nuca — explícame que es un doncel a ciencia cierta porque nuestros padres no me van a querer decir.
Alexy soltó una ligera sonrisa y con lo que que sabia que tampoco era tanto le explico a Armin. Después de que el pelinegro entendiera más o menos, siguieron las demás preguntas.
—Y... ¿cómo te enteraste que estabas...? bueno... ¿Embarazado? —rió suavemente.
—Me empece a sentir mal, primero como punzadas en las zona abdominal, luego comencé a inflamarme, después a sentirme cansado, los dolores de cabeza y más tarde las nauseas y los mareos. Aún sigo teniendo alguno de ellos, lo cual me molesta.
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El bebé de Alexy
RandomAlexy, un pobre doncel enanorado. Jamás imaginó que el amor tan secreto que tenía hacía su compañero Kentin, le traería problemas, asi cómo alegrías. Después de un juego entre adolescentes por la noche... Ese hijo venía en camino. "Te amo, Su.." ...