La semana siguió su curso, y en uno de esos días. Morgan estaba sentado en las piernas de su abuela pues nadie más que ellos estaban en casa, por lo que a petición del niño, Victoria le narraba nuevamente el día en que él nació.
—Y entonces cuando la doctora nos avisó, fuimos a verte a los cuneros. Ahí estabas tú junto con otros bebés, eras un nene muy bonito.
—¿Y mi Pá?
—Bueno pues, él estuvo en la sala de recuperación un buen rato, no te vio hasta el día siguiente.Después de ese día dieron a tu papá de alta y nos fuimos para la casa.
—No es mi papá, es mi Pá. — corrigió inocentemente el niño.
Un poco sorprendida por la confusión del momento, la mujer siguió la conversación.
—Cómo quieras pero... Alexy es tu papá.
—¿Qué no se supone que estuve en su panza?
—S-sí...
—Se supone que los bebés nacen de sus mamás, no? Entonces Lexy es mi mamá. —sentenció como si nada — pero como no es mujer, yo digo que es mi Pá.—sonrió.
Victoria debía admitir que por unos días no estuvo muy en contacto con su nieto, de cierta forma le impresionaba la inteligencia que tenía a su corta edad y más con la clase de explicación que este le dio.
—Oye abuelita. —llamó Morgan, apartándola de sis pensamientos.
—Dime, cariño.
—Si Lexy es como mi mamá... ¿Dónde está mi papá? —preguntó el chiquillo provocando que ella se pasmara un poco.
—¿Por qué la pregunta, hijo?—cuestionó con duda.
Morgan se levantó y la mirada la clavó en ella.
—Es que... muy pronto va haber un festival en la escuela y... todos los niños van a ir con su mamá y su papá, incluso mi Pá y mi tío los tienen ¿Y por qué yo nada más tengo a mi Pá?
Victoria se cubrió poco a poco la boca, dejó de mirar a su nieto pues la verdad es que la había dejado sin palabras. Tras su silencio el menor siguió insistiendo.
—Además... a mi Pá le han hablado por teléfono y siempre se esconde, él nunca hace eso... algo pasa y no me dicen qué es.
—Dios...—susurró su abuela pasándose la mano por la cara y posteriormente lo observó a los ojos —Morgan... No sé, en verdad.
—Sí sabes... —dijo agarrando las manos de la mujer —¡Yo siento que sabes!.
Victoria se levantó del sofá, sin saber que decir aún. Su nieto aún era muy pequeño, pero como veía las cosas... él ya era alguien muy listo para sus edad. Asimismo se hizo presente de manera muy vaga, una frase que ella escuchó en alguna parte.
A los niños no hay que mentirles demasiado.
—Alexy es quién debe hablar contigo.
—Pero él no me quiere decir nada, por eso dime tú, abuela... ¡Quiero saber! —como un intento para convencerla, se acercó y rodeo sus brazos en su cintura en forma de un abrazo.
Tal pareció que dicha acción dio fruto pues la escuchó suspirar pesadamente y decir:
—Esta bien, te diré lo poco que sé... pero no quiero que abrumes a tu Pá con preguntas, será un secreto por el momento. ¿Lo prometes?
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El bebé de Alexy
RandomAlexy, un pobre doncel enanorado. Jamás imaginó que el amor tan secreto que tenía hacía su compañero Kentin, le traería problemas, asi cómo alegrías. Después de un juego entre adolescentes por la noche... Ese hijo venía en camino. "Te amo, Su.." ...