—¿Cómo has estado? —preguntó Kentin como parte de su saludo.—La verdad, un poco nervioso.—contestó Alexandre.
Ambos estaban en la entrada principal de la casa, más claro aún, el peliazul recargado en el marco de la puerta.
—No sé cómo reaccionen tus padres al verme de nuevo.
—No te preocupes —sonrió —ellos ya se hacen la idea, además mi madre te recuerda muy bien, mi papá un poco.
Aunque esa respuesta le calmaba un poco, aún no se sentía muy cómodo del todo.
—¿Y Morgan? —preguntó un poco curioso el padre del niño.
—Oh.. es cierto —dijo acordándose del menor —permíteme un momento, voy por él... Pasa.
El otro joven se negó en un principio sin embargo, el dueño le insistió. Cuando Alexy llegó a su habitación, encontró a su hijo sentado sobre la cama además de parecer preocupado.
—¿Que pasa, Morgan?
—Na... Nada.
—¿Cómo que nada?—dijo en tono vacilante mientras se acercaba a él y se hincaba a su altura - hasta hace unos minutos estabas ansioso de ver a tu papá.
—Si pero... —pausó— ¿Y si no le caigo bien? Además no lo conozco.
Alexy por su parte soltó una pequeña risa al escuchar eso y con ternura le respondió a su hizo.
—Morgan... ¿Cómo crees que le simpatizas a tu padre? Eso es absurdo. Y si lo conoces muy poco y él a ti, para eso podrán convivir las veces que quieras, solo es cuestión de tiempo.
—Si tú lo dices...
—Venga —sonrió, ofreciendo su mano al pequeño.
El niño la tomó y juntos bajaron en busca del castaño, al verse uno al otro sus miradas reflejaban semejantes sentimientos, Morgan se sonrojó dejando a simple vista su timidez no obstante, estaba feliz por ver a ese hombre ahora como su padre. Y por su parte, a Kentin por un instante de tiempo creyó estar en un sueño, pero no era así. Alexy le había dado la oportunidad de acercarse a sus vidas y le llenaba de dicha que ese niño con el que se encontrara no desconociera su parentesco con él y que al parecer le aceptaba.
Kentin posó su mano sobre la cabeza de su hijo preguntándole que como estaba, a lo que Morgan aun avergonzado respondió que estaba bien.
—¿Vamos? —preguntó Alexy un poco ansioso.
Y sin perder más tiempo los tres abordaron el auto del chico militar, obsequio de sus padres de hace un par de años.
Aunque el peliazul no lo admitía y tratara de mantenerse calmado, en realidad estaba nervioso, incluso sentía su estómago pesado pues el padre de Kentin desde que lo recuerda tenía ese aspecto inflexible y estricto. Pese a que el castaño le dijo que el señor O'connor parecía estar de acuerdo con la situación... aquí la palabra clave era: "parecía". Por otro lado su hijo estaba muy ansioso por llegar, por muy tranquilo que se viera. Eso si, Alexy había hablado con él recientemente así que el chiquillo ya tenia la idea de que su abuelo se veía muy gruñón y su abuela lo todo contrario.
Cuando llegaron Kentin fue quien dio el primer paso, invitando a los otros dos. Al entrar encontraron a una pareja de esposos y aunque Morgan tenía una idea respecto a la apariencia de su abuelo, verlo en persona si daba algo de nervios.
—Mamá... Papá... Ellos son Alexy y Morgan, nuestro hijo. —dijo con una sonrisa mientras tomaba al niño de los hombros.
El rostro sereno de aquel robusto hombre cambió ligeramente mostrando un poco de asombro. Tal parecía que su hijo no mentía, ese chiquillo a simple vista era bastante parecido a Kentin. Incluso estaba de más pedir otras pruebas.
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El bebé de Alexy
RandomAlexy, un pobre doncel enanorado. Jamás imaginó que el amor tan secreto que tenía hacía su compañero Kentin, le traería problemas, asi cómo alegrías. Después de un juego entre adolescentes por la noche... Ese hijo venía en camino. "Te amo, Su.." ...