El bebé de Alexy

Capítulo 25: Confesiones (Parte 2).

Apresurándose el castaño fue directo a abrir la puerta y al hacerlo, se encontró frente a frente con Alexy, quien alcanzó a ver que tembló cuando apareció. 

Era la primera vez que se miraban tan de cerca después de tanto tiempo que por un momento Kentin quedó embelesado  ante  el rostro de Alex, no se equivocaba en decir que el doncel lucía más atractivo ahora que antes. No fue hasta que el peliazul se mostró incomodo por eso, lo que le hizo reacción y carraspear.

—Perdona... pasa.

Se apartó de la puerta y le permitió el paso, al entrar pudo darse cuenta que habitación era muy estrecha pero eso si, de muy buen ver. Paredes blancas, muebles finos, dos lamparas pequeñas en ambos lados de la cama, un pequeño escritorio y su respectiva ventana con cortina gruesa, también estaba otra puerta la cual probablemente conectaría a un baño. Todo estaba bonito no obstante, si había algo que le incomodaba a Alexandre era que la habitación era muy pequeña.

Kentin cerró la puerta y Alex tomó asiento sobre la cama, mientras que el anfitrión en la silla del escritorio. Un corto silencio se formo dentro de la recamara y no fue hasta que el propio alexy lo terminó.

—Y... se puede saber... ¿Por qué me citaste en este lugar? —preguntó mirandole.

—Necesitaba un lugar  en la cual pudiéramos hablar a solas sin que nadie interrumpiera.

—Pues un parque estaba bien.

—No quería ruido a nuestro alrededor.

—Oh...

Otra vez ese molesto silencio se hizo presente y Kentin un poco fastidiado de la situación, bufo y se apartó de esa silla para arrodillarse ante Alexy, sorprendiéndole un poco.

—Alexy... No permanezcas callado, sé que estás resentido conmigo y te entiendo muy bien. Me he portado como un patán.

—Vaya... por lo menos lo reconoces.—dijo en seguida.

—Sí... — suspiró— en verdad necesito, imploró que me perdones por haber huido, por haberte abandonado.

Tras eso, Alexy no soportó más y nuevamente las lágrimas lo traicionaron, logrando que Kentin se conmoviera y a la vez aumentara el coraje hacia él mismo.

—No puedo...—al ver la cara de susto en Kentin, terminó —No puedo culparte de todo por más que yo quisiera.

El hombre de rodillas se sorprendió un poco sin embargo, no lo interrumpió.

—Toda la culpa fue de mi parte, si mis padres me hubieran dicho la verdad... ¡Ni loco me metía contigo! ... pero es que... te quería tanto que yo...—sintiendo vergüenza, calló y evitó su mirada.

El tacto de las manos masculinas sobre las suyas hicieron que volviera a verle una vez más, a decir verdad le agarro por sorpresa ese gesto.

—¿Y aún me quieres?...—preguntó el castaño mirandolo directo a los ojos. 

El peliazul no pudo seguir fingiendo, así que soltó un suspiró diciendo un "Sí" por respuesta. 

—Pero... ¿y eso que te puede importar?

—Mucho.

—¿Qué?

—Alexy...—dijo mientras un risa nerviosa salia de su boca —Lo que te voy a decir es muy probable que no lo creas pero... Me interesas mucho.

Tal revelación hizo que Alaxandre se quedara sin palabras y con la boca ligeramente abierta, ¿Acaso eso era real?¿O parte de una broma?... No fue hasta que por un segundo una tercera idea pasó por su mente, la más probable. Una risa salió de sus labios, desconcertando al chico que tenia enfrente.