6: Pensamientos deprimentes.

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Había sido despertado por Félix como todos los días, siempre lo hacía para cuidarlo o que jugara con él, este día no había sido la excepción

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Había sido despertado por Félix como todos los días, siempre lo hacía para cuidarlo o que jugara con él, este día no había sido la excepción. Me sente en la cama para dar un suspiro algo agotado, ahora se me era muy difícil dormir a un buen horario, desde que había tenido ese extraño sueño con Mabel mi ciclo del sueño estaba algo alterado.

Los encuentros con Bill no eran tan frecuentes al estar siempre ocupado pero las pocas veces que lo veía nos poníamos a hablar sobre lo que sea. El demonio ya no era tan reservado y protector como antes pero de igual manera no significaba que fuera así siempre.

Él demonio de los sueños no se encontraba dormido a mi lado cómo otras tantas veces. Tenía bastante curiosidad sobre que era lo que hacía diariamente además de tener reuniones con sus seguidores, tomar su medicina y darse una siesta de vez en cuando. Bill se encontraba algo mejorado aunque nunca faltaba escuchar su tos por alguna sala o pasillo del edificio.

— ¿Con quién hablabas Dipper?

— Disculpa? - Pregunté sin entender la pregunta del pequeño rubio.

— Bueno, hace unos días mientras tomabas una siesta estabas hablando solo y murmurabas cosas. "Sigue las estrellas hacia el Norte y encontrarás una maravilla que te dejará con la boca abierta". — Para nada recordaba eso.

Mis siestas siempre estaban compuestas de susurros y símbolos astronómicos aunque yo realmente no sabía casi nada de Astronomía. Aunque fuera un poco aterrador y misterioso, no me era importante al simplemente poder cerrar mis ojos un poco.

— Tal vez solo estaba divagando. Vamos, tu papá nos espera. — Di una sonrisa y me levanté de la cama. Realmente no sabía si Bill nos esperaba, pero tampoco quería ponerme a pensar en lo escalofriante que era mi mente para darme sueños raros.

Nos dirigimos hasta el gran comedor donde Bill se encontraba sentado esperando nuestra llegada para comer el desayuno, había sido una sorpresa bastante grata al no pasar tanto tiempo juntos. Félix y yo desayunamos, Bill en su caso no había comido tanto. Un silencio profundo estuvo por varios minutos hasta que Bill hizo una revelación algo extraña para mí.

— Se que te cuesta dormir Pino pero no espies los pensamientos de la gente, es bastante grosero hasta para mí. Seré muy cruel y exagerado pero estoy respetando mi promesa de no leer tus pensamientos. — Levantó la mano izquierda mientras demostraba su palabra, su tono de voz parecía bastante exagerado pero sabía qué él intentaba hacerme sentir mejor de alguna u otra manera.

— ¿Okey? — Dije obviamente confundido al no entender el tema de la conversación y por el simple hecho de que no recordaba nada.

Al terminar de comer, fui junto a Félix hacia el Jardín, yo me había quedado sentado mientras miraba a Felix correr por todo el jardín que era artificial. No me había percatado de que Bill se encontraba a mi lado sentado con su mirada hacia mis ojos, sentía esa sensación de preocupación. Aún se me hacía algo difícil mirar los ojos del demonio con esa expresión de pena hacia mí.

¿Quién Eres? | 𝙱𝚒𝚕𝚕𝚍𝚒𝚙 - (𝚃.𝟷)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora