12: Rosas.

2.4K 258 34
                                    

Un nuevo día se avecinaba, y aunque el cielo estrellado siempre era el mismo con solo ver a los monstruos entrar y salir era bastante obvio de la actividad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un nuevo día se avecinaba, y aunque el cielo estrellado siempre era el mismo con solo ver a los monstruos entrar y salir era bastante obvio de la actividad.

Varias veces me había encontrado con aquellos hombres del futuro los cuales intentaba evitarlos a toda costa según me había pedido Bill. La relación que tenía con Bill había empezado a distanciarse desde ayer, no me dirigía la palabra, venía tarde a dormir. Las veces que vi su cara mientras dormía podía notar su expresión tan triste.

Odiaba mis pensamientos y mis sentimientos, me importaba más las emociones y la salud de Bill que la mía propia, aún seguía bastante rencoroso por lo que me había hecho, aunque dudaba de mis propios pensamientos.

Dando un suspiro frustrado me dirigí al baño para asearme. Lave mi cara, me cambié de ropa, me peiné lo mejor que pude y lave mis dientes dando una sonrisa al final. Que patético me veía.

Había recordado aquella carta que recibí y no me tomo mucho tiempo recordar la fecha.

— Exactamente hoy.

Me dirigí al clóset de Bill y vi que ropa podría usar hoy, como mis cosas habían quedado en Gravity Falls, Bill accedió a prestarme su ropa. Mi opción fue un pantalón color negro y una camisa a botones de mangas largas con un volado en las mangas, está de color blanca. Era un conjunto bastante simple, pero bastante coqueto a mi gusto, no me imaginaría a Bill con tales prendas, aunque le quedarían muy lindo.

El clima había mejorado bastante a ayer, de un momento a otro el frío no era tan fuerte y la lluvia que en algún momento caía se detuvo. No sabía si los hombres de verde estaban involucrados en eso, tal vez lo hacían para que el universo siguiera funcionando y no quedará como un planeta vacío sin oxígeno.

Me acerqué a la mesita de noche que había en mi lado de la cama para apagar la lámpara. Siempre que tenía un poco de miedo la prendía para poder ver mis alrededores y calmarme. Las pesadillas eran frecuentes pero no con tanta intensidad de darme escalofríos.

Mis visiones de los sueños que tenían eran tan nublados, era como si mi mente no estuviera aún preparada para vivir todo eso, me sonaban tan familiares que no sabía si se trataban de algún déjà vu.

Había notado en el cajón que me asignó Bill, para meter mis pertenencias, que estaba un poco abierto y con algo blanco asomándose desde ahí. Cuando lo abrí mi encontré con otra de esas cartas de cello dorado, vire los ojos para abrirlo con mala gana, el resentimiento de que me quitara mi primer beso fue algo molestó de recordar.

Después de todo.
¿Quién besa a un desconocido?

Había salido de mis pensamientos por un momento para leer la carta.

"Buenos Días, parece que encontraste tu segunda carta. Te daré algunas pistas para encontrar el lugar donde nos veremos."
¿No estás emocionado?

¿Quién Eres? | 𝙱𝚒𝚕𝚕𝚍𝚒𝚙 - (𝚃.𝟷)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora