(ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ)
Luego de un fallido encuentro familiar terminé cayendo por error al pozo sin fondo y fue un susto ver qué se abrió un portal dimensional llevándome hacia un lugar tan oscuro y destruido vigilado por los hombres del futuro.
¿Cómo...
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Frente a mí noté con impresión a dos niños rubios, vestidos de blanco mirándome con sorpresa. Aquellos dos pequeños no habían respondido mi pregunta así que volví a cuestionar.
— ¿Quiénes son ustedes? — Intentaba sonar amable aunque era un hecho encontrarme en un lugar desconocido, debía mantener mi cuerpo en alerta.
Ambos niños terminaron corriendo hacia una dirección contraria a mí, parecía haberlos espantado. Era extraño no sentirme eufórico por despertar sin ninguna mancha alguna en mi ropa, después de todo la calidez del sitio no me daba escalofríos y no presentía amenaza alguna.
La única cosa que podía hacer era correr hacia los niños y sacarles información de este lugar, me levanté y corrí hacia ellos, al intentar extender mi mano terminé cayendo al suelo por tropezar con una roca.
Me sentí avergonzado por un momento al ver a tanta gente viendo, estás vestían las mismas prendas de color blanco. No habían faltado los murmullos y las pequeñas risas de la gente hasta que por fin se acercaron un poco a mí.
— Deberíamos avisarle, no sabemos quién es. — Las distintas voces hablaban de lo mismo, me sentía bastante agobiado de pensar en quién podría ser su jefe.
— Ve tú, avisa que hay un forastero aquí, podría ser peligroso.
Realmente era incómodo tener tantas miradas de desaprobación y confusión dirigidas hacia mi presencia. Quería volver al hotel así que mi única forma sería llamar la atención, aunque ya lo había hecho con solo estar en el suelo.
— Disculpen, no tengo idea que hago aquí. ¿Alguien podría decirme dónde estoy? ¿Cómo puedo volver a casa?
El repentino silencio que se armó a mi alrededor fue intimidante, me sentía tan extraño con mi alrededor, no me sentía para nada tranquilo. Fue sorpresa observar a un hombre mayor acercándose hacia mí, me dio una ojeada de arriba a abajo y con una voz bastante gruesa me dirigió la palabra.
— ¿Quién eres, joven extraño? — Pregunto el hombre siendo acompañado a sus espaldas por la multitud
— Mi nombre es Dipper, no fue para nada mi intención venir aquí, solamente quiero volver a casa.
— Te encuentras en un lugar prohibido y oculto, nadie sabe dónde estamos. Serás arrestado por alterar la paz y asustar a mi gente. — Repentinamente me levanté del suelo buscando manera de escapar de ese destino.
— Por favor no me hagan daño, soy una buena persona. — Con temor me abracé a mi mismo sintiéndome sofocado y mareado.
