21: Momento en familia.

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Absolutamente no, para nada, lo negaría las veces que fuera y me abstendría de pensarlo

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Absolutamente no, para nada, lo negaría las veces que fuera y me abstendría de pensarlo. Era absurdo creer que yo podría ser un Astreo.

Lo más lógico que recalcó es que mis padres no son dioses, ellos son simples humanos. Nunca sentí un cambio en mi vida y justamente a mis dieciséis debía ocurrir todo esto. Terminé cerrando aquel libro escrito en los años 1990 para devolverlo a su lugar y despedirme de Susan.

— Me pregunto cómo debe ser para un joven salir con un demonio que tiene décadas de años y una extensa lista de crímenes.

— Ni siquiera lo menciones, es demasiado extraño. Prefiero seguir saliendo con su apariencia de unos veinte y tanto.

Al acabar de conversar junto a Susan me dirigí al cuarto que compartía con Bill, se me había hecho costumbre aquello. Siempre me sentía tan cansado y con la vista nublada, pero no sentía aquel dolor de cabeza tan fuerte. Era como si aquello apenas fuera un pequeño golpe, la sensación de que podría ponerme mucho peor en mi estado de salud siempre se me hacía presente mientras caminaba.

En mi camino me encontré a ambos rubios peleando sobre mí, sus conversaciones eran de desafíos y de puntos válidos de porque debería estar con uno y no con el otro, claramente querían pasar tiempo conmigo pero sin la presencia del otro.

— ¡Dipper debe pasar tiempo conmigo! - Recalcó Félix con algo de enfades.

— ¡Es mi turno de pasar el rato con Pino, es de mi propiedad! — Parecía y era una pelea bastante exagerada, quién diría que el pequeño rubio había heredado tal personalidad de Bill. Esta pelea era la representación misma de la pelea por un dulce de dos niños de preescolar.

Ambos esperaban con entusiasmo y desesperación mi respuesta ante sus generosas invitaciones. En mi parte sin saber cómo responder tuve la maravillosa idea de juntar ambas propuestas en una.

— Ya dejen de pelear. ¿Qué tal si pasamos un día familiar? — Había elevado mis brazos con una pequeña sonrisa viendo que lógicamente ese era la mejor opción.

La palabra familia rebotó por un momento en mi mente mientras pensaba que podría considerarme de Félix, de por sí era muy extraño ser su niñero y la pareja de su padre.

Padre e hijo se miraron por un momento para reflexionar aquella palabra, yo seguía en aquella misma pose empezando a sentir pesadez en mis brazos.

— ¿Día familiar? — Ambos pelirrubios dirigieron su mirada hacia mí sin entender la pregunta.

━ Es como la reunión que hicimos en el patio, donde habíamos comido y jugado. — Intenté explicarme, pero ambos rubios negaron intentando darse la razón a ellos mismos.

— Estás hablando de la cena, eso obviamente fue una cena. ¿Verdad papi? — Bill asintió a la duda de Félix.

— Es cierto, además era de noche no de día. Nunca amanece aquí. — Tenía tantas ganas de golpear mi cara con una pared, era bastante malo explicando cosas y más si se trataba de dar detalles a dos demonios.

¿Quién Eres? | 𝙱𝚒𝚕𝚕𝚍𝚒𝚙 - (𝚃.𝟷)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora