16: Tristeza.

1.8K 235 24
                                    

Me encontraba bastante mejor desde que Dipper había regresado de un momento al otro con rosas en medio de la noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me encontraba bastante mejor desde que Dipper había regresado de un momento al otro con rosas en medio de la noche. Creí que Bill Cipher lo tenía prisionero, pero se veía tan intacto emocionalmente y físicamente que no parecía haber sido maltratado.

Cuando lo vi parado en la puerta del desván, ver su cara pálida, su cabello desordenado y su mirada perdida me hacía sentís que él ni siquiera estaba aquí. En mi caso me desbordé, pero mi hermano no lo hizo, su mirada era de suma tristeza mientras observaba siempre la ventana triangular. Había algo más que lo preocupaba.

Los últimos días se los pasaba en la habitación, dormía por el día y por la noche vagaba por la casa. No hablaba mucho y no comía tanto, cuando intentaba preguntarle qué le sucedía él solo negaba y forzaba una sonrisa. No me mientas Dipper, dime qué te sucede. Quiero ayudarte y me preguntó qué es lo que piensas cuando vas al techo de la cabaña para tomar aire, terminas con lágrimas en los ojos. Yo lo notó.

¿Por qué no me cuentas qué sucedió?

¿Por qué no dices una palabra?
¿Por qué quieres estar solo?


Me había dirigido hacia el desván donde la tristeza emanaba debajo de la puerta y entre las paredes. Abrí la puerta y allí mismo se encontraba Dipper aparentemente dormido, eran apenas las tres de la mañana y parecía tan tranquilo mientras dormía. Me daba pena despertarlo luego de tantos días sin dormir bien. Me recosté a su lado y lo abracé por detrás, me sentía bastante enojada por saber que mi propio hermano no confiaba en mí.

— ¿Por qué eres tan terco? — Pregunté en voz baja mientras miraba su espalda.— ¿Eres feliz aquí?

— Claro que lo soy. — Respondió mi hermano dándome un pequeño susto. Él no se dignó a verme a los ojos, seguíamos en esa posición sin enfrentarnos cara a cara.

— Deja de mentir, sé que no estás bien. No soy estúpida, volviste de la nada en medio de la noche y me voy a creer que estás bien luego de casi un mes que llevas desaparecido. — Intentaba ser fuerte y no llorar, pero sentía tanta presión de ser la causa de que Dipper no fuera feliz.

— No eres estúpida solo estoy muy cansado para hablar ahora.

— Dipper llevas 5 días sin dormir, te la pasas en la habitación ignorando a todos. Sé qué lloras, tus ojos hinchados te delatan. ¿Acaso no confías en mí?

Dipper se dio la vuelta con su mirada baja para sentarse en la cama al frente de mí.

— El problema es Bill Cipher. — Un mal sabor de boca se me hizo presente al recordar a tal triángulo amarillo.

— ¿Bill Cipher? ¿Te hizo algo malo? ¿Te está obligado a hacer algo? — Mi preocupación llegó al extremo al saber que ese demonio tramaba algo, quién diría que lo estaría utilizando como una marioneta .

— Él robó mi corazón — Dipper se había sonrojado por un momento para apartar la mirada.

— ¿Robar tu corazón? ¿Acaso fue con magia? — Mi hermano mordió su labio para negar con la cabeza.

— Escucha. — Dipper puso mi mano en su pecho para sentir como su corazón latía con fuerza.— Quiero volver a verlo.

— ¿Q-Qué? — No podía formular ninguna pregunta, ni siquiera podía reaccionar.

— Yo lo Amo.

Mi mente aún seguía recopilando todo lo que sucedió, aquella conversación que tanto me daba miedo tener resultó ser diferente a lo que me esperaba que mi hermano diría. Quién diría que Dipper estaría enamorado de ese demonio.

¿Acaso se llevaron tan bien?
¿Será un chantaje de Bill?

Millones de preguntas existenciales invadían mi cabeza pensando si Dipper realmente no había caído en el Estocolmo. Quería despejar mi mente así que me había levantado de la cama de mi hermano para dirigirme a la cocina, bajé por las escaleras con cuidado y prendí la luz de la cocina para abrir la nevera y ver que no había nada. Era bastante extraño, intentaba no darle tantas vueltas y creer que mi familia no había comprado suministros.

Al cerrar la puerta de la nevera y darme vuelta me encontré con aquel pequeño de cabellos Rubios llorando.

¿Acaso me encontraba dormida?

El pequeño parecía llamar a alguien, pero no lograba escucharlo bien. Miré alrededor de la habitación y allí se encontraba Dipper observando con un shock al niño. Parecía la escena de una madre encontrando a su hijo luego de perderlo de vista.

Dipper se acercó rápidamente al niño y lo abrazó intentando calmar su llanto, el rubio parecía no soltarlo, se notaba desde lejos que temblaba. Mi hermano, en cambio, se veía muy feliz de verlo, hasta le había dado un beso en su frente cuando el pequeño lo miro.

La escena que se presentaba era bastante agradable, no sentía presión o miedo al literalmente tener a mi hermano acurrucado a un niño en lo que aparentaba ser un sueño. Con bastante confusión me acerqué a ambos para mirar más de reojo al niño que me miraba en silencio. Sin arriesgar nada hice una pregunta hacia Dipper.

— ¿Dipper, lo conoces?

Editada (✓)
10-04-21

¿Quién Eres? | 𝙱𝚒𝚕𝚕𝚍𝚒𝚙 - (𝚃.𝟷)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora