Cuando me despierto en la mañana tengo un terrible dolor de espalda y el sol pegándome en toda la cara.
No es que mi colchón sea una nube, pero este sofá parece hecho de concreto.
Capaz y sí lo es.
Ayer Harry y su madre se quedaron a dormir aquí: primero, porque habían venido caminando y ya era demasiado tarde como para que regresaran a pie otra vez; y segundo, porque él no quería ir a su casa después de todo el trauma vivido. Al menos no por esa noche.
El rizado durmió en mi cama y Anne en la cama de Charlotte, por lo que ella tuvo que irse a dormir junto a Felicité y yo a la sala.
"Sacrificios de buenos cristianos", diría mi mamá.
Hoy tampoco hay clases porque Maduro lo dió de puente desde el miércoles, por lo que mañana tampoco habrá.
El cielo está clarito y me levanto tambaleante a prender la radio, dónde el Profesor Briceño anuncia que son las seis y cuarto de la mañana.
Verga qué peo. Ahora me toca esperar como cuatro horas a que la gente se pare.
Me dirijo a la cocina a servirme un vaso de agua, estirandome un poco en el camino. La espalda me truena cuando lo hago y suena tan duro que casi pienso que se formó un tiroteo.
Tengo más nudos en la espalda que Bob Marley en la cabeza.
Cuando termino de tomar mi vaso de agua mañanero y me tiro de espalda en el sofá para intentar dormir otra vez, impacto contra algo duro y casi vomito un pulmón del susto.
-¡AYY!
-¡Disculpa, disculpa! No te vi -me excuso poniendome de pie nuevamente.
El cuerpo de Harry se encuentra acurrucado contra el sofá, con los brazos engarrotados contra el pecho y las piernas juntas.
-Perdón, es mi culpa. Es que tengo mucho frío y el sofá está calientico. Se me olvidó pedirte una cobija anoche.
-¿Frío? ¡Pero si ni siquiera tenemos aire! -y es verdad. Abril aquí es el infierno en carne viva.
-¿Qué te puedo decir? Soy friolento.
-Ya vi.
Harry se encuentra temblando un poco, con la piel de gallina. Su cuerpo siendo casi absorbido por el mueble de lo pegado que se encuentra a él.
-No mano, tú si eres exagerado. Deja el show -le digo cuando tomo asiento junto a él.
Entrecierra los ojos, mirandome con cara de "Anda a mamarte una carabana de...". Y aunque me esté insultando, no puedo evitar notar el color brillante que se adueña nuevamente de ellos.
-¿Ya estás bien? -pregunto, aunque no en tono de pregunta.
Harry bufa mirando al suelo.
-¿Bien? No. ¿Mejor? Tal vez -ahora me mira a mí-. Tengo miedo de llegar a casa y recordar que no tengo nada además de lo que llevo puesto. De vaina y no se llevaron la cerámica del baño, los coñoe'madres.
No sé qué decirle, qué recomendarle. Puedo aconsejarle que se arme de paciencia y le dé pa'lante, pero eso es muy sencillo de decir y no de hacer. Medito un poco mis siguientes palabras en mi mente; pero lo hago en vano, ya que el de rulos me interrumpe antes de que logre decir algo.
-¿Qué hacer a las seis y media de la mañana de un jueves feriado? Ese es el dilema -pronuncia teatralmente, más al aire que a mí.
Continúa temblando un poco y se me pasa por la mente la idea e abrazarlo para que se le quite el frío, pero la deshago inmediatamente. ¿Wtf conmigo?
ESTÁS LEYENDO
AU. Pelando Bolas. l.s.
FanfictionAU ambientado en Maracay, Venezuela. En Venezuela hay crisis, pobreza, inseguridad y escasez. El país está jodido, pero Louis, Zayn, Liam, Niall y Harry lo están mucho más. Donde las únicas fronteras para el amor son las de Colombia y Brasil. Todos...