Capítulo 25.

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-Buenos días, mi nombre es Louis Tomlinson y hoy les voy a exponer sobr...

-¡NO SE OYE!

Coño, ya empezaron.

-Les voy a exponer sobre la meteorización. Es un proceso en donde...

-¡PROFESORA, DÍGALE A LUÍS QUE NO SE ESCUCHA NADA! -grita alguien al fondo del salón, pero no veo su rostro.

Debo tener miopía o una vaina de esas, porque casi no veo de lejos.

-Tomlinson, module un poco el tono de su voz, por favor -pide Dayanis, la profesora de geografía.

Inhala paz, exhala amor.

Aquí vamos otra vez.

-¡Que es un proceso en el que la corteza terrestre produce cambios bioquímicos en su base porq...!

-¡Profe se me botó el termo, voy a buscar el coleto!

-¡LA CUCA QUE TE PARIÓ, ZAYN! ¡TÚ NI SIQUIERA TRAES TERMO! ¡¡DEJEN DE INTERRUMPIRME!!

Me va a terminar dando un acv por culpa de estos minusválidos mentales, nojoda.

-¡Tomlinson, a ver si va moderando ese lenguaje suyo! Ya lo estoy evaluando en base a dieciocho.

Lo que me faltaba.

Cambio las fichas con la chuleta de mano, cerrando mi palma derecha sobre mi cintura.

-¡Coño profe, pero si estos mamagüebos no se callan tampoco me ayuda!

-¡Tomlinson! Ahora es en base a dieciséis. Y los dibujos están feos, así que imagínate un catorce.

No si, ya me arreché.

-¿Sabe qué? Evalúeme en base a cero, porque ya no voy a exponer nada. Chao.

Despego con furia el papel bond del pizarrón, enrollándolo y dirigiéndome hacia mi pupitre a zancadas, como toda una drama queen.

Tan bonita que me había quedado la lámina, vale. Yo sé que no soy ningún Miró, ni Michelangelo ni Van Gogh, pero me fajé hasta las doce de la noche haciendo esa mierda.

Por lo menos me queda para caerle a coñazos a Malik en el recreo, por andar con su mamadera de gallo.

A quien por cierto, fulmino desde mi pupitre, a lo que él me devuelve una mirada burlona.

-El siguiente: Henri Esteils. Pase rápido que falta gente por exponer.

Harry toma su lámina bien enrollada junto con sus fichas y, antes de que se abra paso hacia el frente del salón, lo detengo para darle un consejo.

-Aquí la gente es ratica pelúa', así que si se ponen a gritarte o a interrumpirte trata de no pararte. Y trata de no ver a Dayanis a los ojos, porque la caraja lo pone a uno como nervioso y entonces te desconcentra.

Le hablo con la mejor de las intenciones, pues no quiero que se sienta mal o le bajen sopotocientos mil puntos como a mí.

Pero él ni me mira, más bien me ignora, alejándose de mí sin si quiera decirme nada.

-¿Qué sucede? -pregunto. Pero es tarde, pues ya se encuentra acomodando su papel bond para iniciar su exposición.

-Buenos días, soy Harry Styles y les voy a hablar de los movimientos de la Tierra.

Su lámina es sencilla, con decoraciones en cartulina y escritura prolija. Le quedó bonita sin mucho esfuerzo, y extrañamente el salón se ha quedado en silencio para escuchar su exposición.

AU. Pelando Bolas. l.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora