Buscándote [Hiccup y Tú]

Capítulo 19

Hiccup Haddock

Volví a mi casa luego de estar con _______, mi padre no estaba.

Pero sí estaba Astrid esperándome en mi habitación.

—¿Dónde estabas? Desapareciste toda la tarde —dijo molesta y cruzándose de brazos— ¿Qué tienes allí?

Camino hacia mí y me arrebato mi ropa interior, que seguía húmeda.

—¿Esto es...? ¿Qué estuviste haciendo? —preguntó más molesta.

—Fui a nadar al lago, nada más —dije molesto— ¿Qué haces aquí?

—¿Fui a nadar al lado y nada más? —Astrid repitió mis palabras molesta— Hiccup, quiero que seas sincero conmigo.

—Bien, ningún problema: estuve toda la tarde con ______ —dije molesto— era lo que querías oír ¿No?

—Ni siquiera me dijiste.

—Eres mi novia, no mi padre. No tengo porqué decirte lo que hago o dejo de hacer —rodé los ojos.

—¡Yo soy tú novia! ¡No ella!

—¿Qué diablos te pasa? Antes no eras así. Te han dado unos ataques de celos sin sentido —comenté fastidiado— Astrid, ella es mi amiga, no la veo de hace años, me salvó la vida. No puedes prohibirme no verla.

—Pues deberías verla menos —dijo también molesta— Sé que la quieres, y tengo miedo que ese cariño se transforme en algo más.

Suspiré.

—Tú eres mi novia ¿No? —pregunté y ella asintió— Entonces deberías controlar tus celos.

—Y tú deberías hacer otras cosas —me empujó molesta y se fue de la habitación, a los pocos minutos escuché otro portazo. Había salido de la casa.

No quise ir a buscarla, seguiríamos discutiendo y no tengo ganas de eso.

Últimamente nuestra relación solo se basa en peleas, generalmente son comenzadas por ella y sus celos.

Cansado me acosté en la cama, esperando poder dormir y recargar energías para un nuevo día.

[...]

Caminé por el comedor hasta llegar a la mesa que suelo ocupar con mis amigos.

Estaban todos comenzando a comer su desayuno.

—¡Hey! ¡______! —grité cuando la vi caminando, le hice una seña de que se sentara con nosotros. Ella dubitativa se acercó y se sentó a mi lado.

Astrid al verla de cruzó de brazos y me observó con el ceño fruncido.

—¿Cómo encontraste a tu dragón? —le preguntó Patapez a ______.

—En un bosque, fue un encuentro bastante raro —dijo tratando de sonar amigable.

—¿Cómo estuviste sobreviviendo? —pregunté esta vez yo.

—Apostando en tabernas, o en concursos de lucha —respondió nerviosa— Con el dinero que obtenía, compraba ropa y comida.

—Si te iba tan bien ¿Por qué no te largas? —preguntó Astrid molesta.

Todos se quedaron callados esperando la respuesta de ______.

—Astrid...—dije molesto.

—Astrid, si no estás conforme con mi presencia eres libre de irte —respondió _____ con una falsa sonrisa— Mirá, por allá hay más mesas —indicó unas mesas libres— y por allá está la puerta —indicó la puerta de forma amable.

Los chicos rieron al igual que yo. Astrid frunció el ceño, pero no se fue del lugar.

—Bien, si tan buena eres en el combate ¿Te gustaría probarlo? —le preguntó Astrid a _____.

—Si quieres que pelee contra ti solo dilo —_____ sonriendo observó a Astrid. Está última suspiró— Claro que puedo pelear contra ti, Astrid. Solo dime cuándo.

—Esta tarde, en la arena. Espero que no falles —dijo antes de pararse— Bebé ¿Vamos? —me preguntó Astrid.

—Aún no termino mi desayuno, ve tú —dije.

—¿Vamos? —volvió a preguntar Astrid más molesta.

—No iré para seguir discutiendo, tuve suficiente con lo de ayer —comenté. Astrid aún más molesta se fue del comedor.

Los chicos volvieron a sus conversaciones normales y a realizarle una que otra pregunta a ______.

—Espero que ayer no hayan discutido por mi culpa —_______ me susurró.

—No, no te preocupes —susurré al igual que ella.

Dioses, amo la personalidad de está chica. Amo que se preocupe por cada detalle.

—¿Hiccup? —Brutacio me llamó— Te decía que en la noche podríamos ir a la taberna.

—¿Estás seguro? —pregunté.

—Sí, vayamos —animó Patán— de paso, celebramos la victoria de _______, o de Astrid.

—Bien, apuestas abiertas. Apuesto una oveja a que Astrid gana. —Brutilda golpeo la mesa.

—¿Segura? Yo apuesto por ______ —dijo Brutacio, observó a la mencionada y le guiño un ojo.

—Yo apuesto mi riñón, a que gana Astrid —comentó Patán.

—Yo apuesto por ______ —dije. Los chicos me observaron sorprendidos, puesto que no había apostado por mi novia.

Pero realmente creo que ______ tiene más oportunidades. Cuando éramos niños, ella era muy buena en el combate, y ahora que ha pasado tiempo y ella ha vivido de eso, creo que puede ganar.

—No me decepciones —le susurré a ______ y ella rió.

—¿Cuándo lo he hecho? —susurró con una sonrisa.

Bueno, cuando te fuiste durante unos 5 años, ja ja ja.

Pero no se lo dije, no quería arruinar el momento.