Capítulo 20

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________ Gormsson

Camine hasta la arena con paso firme, seguido por Brutacio y Patapez que me animaban a ganar la pelea contra Astrid. 

Todos habían hecho sus apuestas, y me sorprendió bastante que Hiccup apostara por mi y no por su querida novia. 

 —Veo que llegaste, Gormsson —Astrid se acercó a mi con una sonrisa ladeada, mientras hacia lanzaba su hacha entre sus manos— ¿Preparada para perder? —sonrió con arrogancia. 

 —Supongo que te haces esa pregunta a ti misma —le guiñe un ojo y saque dos espadas de unos estantes que sostenían armas.

 —Suerte —Brutacio me guiñó un ojo y se fue junto a los demás, mientras no dejaba de sonreírme y animarme con algún que otro grito junto con Patapez. 

Hiccup simplemente se limitó a sonreírme, supongo que no quiere que su novia sepa que apostó a que esta pelea estaría a  mi favor.

 —Cuando quieras —le comenté a Astrid segura de cuales serían mis movimientos. Ella asintió. 

 —La primera en caer, pierde. —informó Patán—¡Comiencen! —Indicó Patán con un audible y sonoro grito. 

Astrid lanzó un gritó y corrió hacia mi con su hacha sobre su cabeza sostenida por ambas de sus manos. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, me corrí a un lado y le puse el pie, haciendo que ella cayera al suelo. 

Escuche los gritos de alegría de Brutacio, Patapez e Hiccup. 

Me acerqué a Astrid y la indique con una espada, mientras seguía en el suelo inmóvil y asombrada. 

 —¿Sorprendida, Hofferson? —cuestioné sonriendo. 

 —¿C-cómo...? —preguntó atónita

 Sostuve ambas espadas en una de mis manos, extendí la mano libre para ayudar a que Astrid se pusiera de pie, sin embargo, se limitó a golpearla y se puso de pie ella sola con el ceño fruncido. 

 —Estoy dispuesta a una revancha, si quieres —me encogí de hombros.

 —Sí —indicó Astrid. 

Patán volvió a dar la señal, esta vez sin mucho ánimos. Supongo que se debe a que estaba perdiendo su apuesta. 

Astrid esta vez se quedo quieta, esperando a que yo diera el primer movimiento. Lo veía venir. 

Sonreí y me acerqué a ella, cuanto más cerca, más tensa se ponía mi contrincante. Hice que una espada girara en el aire antes de agarrarla con aires de superioridad. Estaba apunto de atacarla con ambas espadas, sin embargo ella puso su hacha como escudo, impidiendo recibir algún daño, aproveché aquel instante para hacerme a un lado y agacharme, con un rápido movimiento giratorio, le puse el pie haciendo que volviera a caer, todo esto debido a que ocurrió en milésimas de segundos. 

Quienes apostaron por mi volvieron a vociferar alegres. 

 —¿La tercera es la vencida o...? —comenté sonriendo al ver la expresión de enfado de Astrid. 

 —Cállate, Gormsson —exigió enfadada, se puso de pie rápidamente, tiró su hacha a un lado y observo a Hiccup con enfado—Pensé que me apoyarías. 

 —Bueno, no quería perder una apuesta —explicó Hiccup divertido, pero al ver que su novia adoptaba una peor expresión a la anterior en el rostro, se puso serio— Oh vamos, no te enfadarás por ésto. 

 —Chicos, no creo que sea un momento para sus peleas —comentó Brutilda, su gemelo, Patán y Patapez asintieron apoyándola.

 —Hiccup, creí que nuestra charla del otro día te dejaría las cosas claras —respondió Astrid posicionando ambas de sus manos en sus caderas.

 —Sí, yo también lo creía —Hiccup se cruzó de brazos— pensé que dejarías de comportarte así.

Astrid estaba por responder, mas, decidí intervenir. 

 —Oh vamos, Astrid —llamé su atención, ella solo me veía con más odio— Solo fue una pelea con apuestas ¿Por qué eso afecta tu relación con Hiccup? —pregunté.

Astrid me observó atónita. 

 —¿De verdad te atreves a intervenir? —preguntó molesta— Desde que llegaste, has hecho que mi relación con Hiccup decayera. 

Hiccup iba a responder, pero yo fui más rápida. 

 —No he hecho nada, tú eres la que esta marchitando su relación —indiqué molesta. ¿Por qué me echa la culpa? 

 —No te atrevas a hablar de lo que no sabes, Gormsson —Amenazó molesta. 

 —Entonces, no me metas en tus asuntos, Hofferson —respondí, más relajada y calmada. 

Astrid asintió y comenzó a caminar en dirección a la salida, todos los chicos voltearon a observarme. 

 —¿Qué? No pienso disculparme —me crucé de brazos. 

 —No pensé que tuvieras ese carácter —comentó Patapez, haciendo que yo me encogiera de hombros. 

Al cabo de un rato, los chicos se fueron, algunos a ver a Astrid, y otros a hacer sus deberes. 

No obstante, Hiccup no se había ido.

 —Perdón por lo de Astrid...—comentó nervioso.

 —No es culpa tuya, no te disculpes por ella —respondí— además, creo que fui demasiado dura con ella —me encogí de hombros.

Hiccup me sonrió, haciéndome entender que mi discusión con Astrid no había estado mal del todo.

 —Yo...no sé que le sucede a Astrid, ella no era así —comentó triste y nervioso.

 —Bueno...los celos hacen que florezca la peor parte de nosotros —suspiré— ¿Has intentado hablar con ella? —pregunté.

Odiaba hablar de este tema con Hiccup, cuando lo veía con Astrid, o cuando me hablaba de su relación con aquella chica, me dolía. 

 —Lo hemos hecho, pero siempre acabamos con más discusiones —respondió apoyándose en una de las murallas. 

Inflando las mejillas me acerqué a él. 

 —¿De verdad quieres seguir manteniendo una relación así con ella? ¿Realmente la quieres? —cuestioné—¿Te gustaría que las cosas cambiaran? —volví a atacar con preguntas, sin dejarle tiempo para responder—Piensa en lo que quieres y en lo que realmente sientes, Hiccup —aconseje.

Le sonreí dulcemente y me fui del lugar.

Buscándote [Hiccup y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora