Buscándote [Hiccup y Tú]

Capítulo 28

________ Gormsson

Volaba sobre Deimos, Ragnar se sujetaba de mi cintura para no caer.

 —Has estado callada todo este rato ¿Estas bien? —preguntó a mis espaldas.

 —Sí, es una lástima que no pueda dar unas cuantas vueltas en el aire, no quiero que mueras —dije con burla.

Luego de unos minutos, llegamos a la isla en la que se encontraba Drago, nos bajamos de Deimos, él no tardo en volar hacia otro lado para esconderse.

 Ragnar y yo nos adentramos entre la multitud, seguimos caminando por la aldea hasta llegar donde estaba Drago con sus hombres y unos cuantos niños, tal vez de trece o catorce años.

 —¡Al fin llegan! —exclamó Drago con una falsa sonrisa— ______ ¿Puedes entrenar a estos niños? 

 —Depende —me crucé de brazos— No les enseñaré a matar dragones, si eso es lo que buscas.

 —Combate, eso es todo —respondió y luego observó a Ragnar con malicia, este último suspiró pesadamente, pues sabía lo que se venía. 

 —Bien, pero necesito a alguien que sepa de lucha para que me ayude —observé a Ragnar— Mi prometido es perfecto para esto, además así nos conoceremos antes del gran día ¿No?

 Drago asintió, les hizo una seña a los niños para que nos siguieran a la arena para su entrenamiento. 

 —Gracias —agradeció Ragnar— Salvaste mi delicada piel de otra cicatriz 

 —No agradezcas, cariño —dije con burla, él negó riendo. 

 —Disculpe señorita ¿Quién es usted? —preguntó uno de los niños, que sostenía un hacha con el doble de su peso.

 —_____ Gormsson, la prometida de este sujeto —indiqué a Ragnar— pero descuiden, no nos casaremos. Haremos que este lugar explote. 

 —Eso me gustaría —comentó el mismo niño que había preguntado por mi nombre— Odio este lugar y odio ser un bueno para nada —el hacha se le había caído. 

 —¡Miren! ¡Al estiércol de dragón se le ha caído el hacha! —comentó otro de los niños, mientras los demás se burlaban debido al absurdo apodo. 

 Recogí el hacha del pequeño y le indiqué a Ragnar que siguiera guiando a los niños hacia la arena. El asintió alejándose con los demás. 

 El niño me observó asustado y nervioso. No pude evitar recordar a Hiccup.

 —P-perdone, no quise...—se disculpó, pero lo detuve con una pequeña risa. 

 —No te disculpes —le extendí el hacha— ¿Sabes? fabricaremos una que sea más ligera y funcional. En fin, quería decirte es que no debes tratar de encajar por aceptación, sé tu mismo y lograras cosas estupendas.

 —Llevo trece años haciendo lo mismo y soy la deshonra de mis padres —dijo rodando los ojos apenado.

 —Tenía un amigo, era igual que tú: Débil y el objetivo de burlas. Pero solo necesito un pequeño empujón para demostrar que él era más de lo que aparentaba. Ahora mismo es un gran inventor, explorador y jinete de dragones...logró que todo un pueblo cambiara su visión hacia los dragones

 —¿Ji-jinete? —preguntó asombrado— ¡Pensé que era el único que pensaba que los dragones eran buenos!

 —Niño, hay miles de jinetes en una isla, en mi hogar —le sonreí— Si guardas ese secreto, te llevaré a volar con mi dragón ¿Te gustaría?

 —¿Es en serio? —preguntó asombrado

 —Claro —comencé a caminar, él se ubicó al lado mio— A todo esto ¿Cuál es tu nombre?

 —Soy Niels —dijo sonriendo. Era un niño delgado, de ojos azules, piel algo bronceada y de cabellos castaños, también presentaba unas cuantas pecas en su rostro.

.

.

.

Hiccup Haddock

Soy un experto en arruinar todo abriendo mi boca.

 "Siempre te he visto como una buena amiga..."

 —Hijo —mi padre entro a mi habitación— Ha llegado una carta de Dagur y Heather, creen que pueden ayudarte a vencer a Drago —dejo la carta sobre la cama— ¿Esta todo bien?

 —¿Cómo le dijiste a mamá que estabas enamorado de ella? —pregunté nervioso.

 —Bueno —rió— No fue nada fácil, pero llegó el momento en el que no aguantaba las ganas de estar junto a ella —volvió a reír nervioso— Así que, una tarde solo se lo dije....¿Por qué estas preguntando ésto?

 —Le dije a _____ que siempre la he visto como una buena amiga, y en realidad quería decir lo contrario. Creo que siempre quise que fuéramos algo más —respondí.

Mi padre comenzó a reír, yo lo observé ofendido. 

 —Sí, disculpa —dijo aguantando una carcajada— Dile la verdad. 

 —Se va a casar

 —Es un matrimonio arreglado, no es real. Al fin y al cabo, todo lo que has hecho es por ella ¿no? —preguntó— Hiciste que todos cambiáramos de opinión respecto a los dragones, comenzaste a volar por todos los lugares posibles de este mundo solo con la esperanza de encontrarla. Bien, ya la has encontrado y es hora de que hagas lo último: Decirle todas las cosas que tanto has anhelado. Has hecho mucho y quieres hacer más, no te eches para atrás a estas alturas del partido.

 Asentí ante sus palabras de ánimo. Tiene razón, he hecho tantas cosas a lo largo de todos estos años y me da miedo decirle mis sentimientos. No moriré debido a eso, debo dejar de ser tan cobarde cuando estoy junto a ella. 

Le diré lo que siento.