Por Arte de Magia- Fred Weasley

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En menos de una hora, todos se habían enterado de nuestro ahora "oficial"  noviazgo.

Es muy probable que alguien lo haya oído de Sophie, quien comenzó a gritar y saltar de la felicidad al enterarse.
Fue Bea quien me dijo que fue el tema oficial de conversación en el almuerzo.
Ella ahora está muy feliz viéndose con George. No se si están saliendo como pareja todavía, pero de lo que estoy segura es del aprecio que se tienen entre ambos. Fred me ha dicho que su gemelo no deja de hablar de la Slytherin casi nunca.
Por otro lado Soph parece no haber terminado sus asuntos con el platinado de esta misma casa.

Draco ha tratado de conversar con ella dos veces en lo que va del día, pero mi amiga siempre se niega. Trato de no entrar en el asunto, ya que no es exactamente algo que me involucre.
Y, finalmente mi rubia amiga Alice que, al principio no estaba para nada feliz de ir con Blaise al baile, parecía estar interesada en el.

Los días pasaron y la última prueba estaba cada vez más cerca.
La duda de que pasaría con mi "noviazgo" una vez que deba volver Francia, no me dejaba dormir por las noches. Y mis amigas parecieron notarlo, ya que eran ellas quienes siempre preguntaban si estaba todo bien al levantarme sin haber podido cerrar el ojo.

Era extraño como yo me preocupaba a muerte, y se podía decir que se notaba, y al vez Fred parecía estar perfectamente bien.
Siempre sonriente y cariñoso, nunca sacando temas de los que tendríamos que hablar más adelante.

Ya me había hablando sobre no estar preocupados de que me iré a Francia al finalizar el torneo... pero el solo dijo que nos ocuparemos de eso cuando el tiempo llegue, y eso no está tan lejos.

La última prueba estaba a la vuelta de la esquina, y la tensión se notaba entre todos los estudiantes. Mucho miraban mal a Harry en los pasillos, pero siempre estaba su novia Delphine para animarlo.
Eran muy tiernos juntos, la piel de ella blanca como la nieve y su cabello rubio, contrastaban con el azabache de el dando una imagen perfecta.

Me gustaba cuando Harry trataba de hacer que entre a escondidas a la sala común de Gryffindor para estar con ella, y como el iba algunas veces a la de Hufflepuff al igual.

Y no solo el parecía estar dentro de la "burbuja del amor"
Era chisme al igual que mi noviazgo, el de Cedric Diggory con una Gryffindor llamada Summer Levine.
La había cruzado de camino a clases algunas veces, pero nunca tenido una verdadera conversación.
Era metamorfomaga, y era muy interesante ver como cada día llevaba un color distinto de cabello.

La semana siguió de manera muy normal, cada vez eran menos los comentarios hasta llegar al día en el casi no había ninguno.
Sophie y Draco no habían hablando... pero obvio como ambos querían hacerlo. No faltaba mucho para volver a Francia, si Sophie no hacia nada al respecto, luego se arrepentiría por siempre.

Me encontraba con Fred en la torre de astronomía, que debo admitir que se había vuelto uno de mis lugares favoritos del castillo.
Solamente estar ahí, apoyada en el barandal viendo el cielo nocturno con la persona que más quiero a mi lado, hacia que mi día entero mejore.
Fred tenía un brazo al rededor de mis hombros y yo lo abrazaba por la cintura.
De vez en cuando me daba besos en la frente y en los labios mientras jugábamos al "que prefieres".

-¿Entonces que eliges?¿grajea de vomito o de cerilla?

Hice un gesto de asco

-Eres asqueroso, Fred. No puedo elegir una, ambas son horribles!

-De eso se trata el juego, mi querida ____.

Rodee los ojos abrazándolo más fuerte.

-De cerilla, creo. Tu turno, ¿preferirías tener que besar al profesor Snape o al director Dumbledore?

-Después dices que yo soy asqueroso!

Ambos reímos y luego soltamos un suspiro.
Justo en ese momento, una estrella fugaz pasó por el cielo nocturno.

-Mira! -exclamé emocionada- pide un deseo!

-¿tu que pedirás?  -me pregunto mirándome con una bella sonrisa-

-No se, tengo que pensarlo. ¿Y tu?

-Fácil. Esto, tú y yo abrazados. Que pase miles, incluso millones de besos más.

Me separé de sus brazos para enredar los míos en su cuello y darle un largo, tierno beso.
El abrazo mi cintura siguiéndolo.

Y en ese momento, deseé lo mismo que el pelirrojo.