Por Arte de Magia- Fred Weasley

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Las vacaciones de invierno terminaron, y las clases de el Ejercito de Dumbledore comenzaron a hacerse de nuevo. Luego una importante fuga de una prisionera de Azkaban llamada Bellatrix Lestrange, Seamus Finiggan comenzó a creerle a Harry de que el que no debe ser nombrado estaba viniendo, y se unió al ejército.

Por otro lado, todo en hogwarts parecía estar completamente normal. Las clases seguían siendo muy difíciles, ya que algunos alumnos rendían los exámenes TIMO en unos meses. Con Fred, tratábamos de mantener nuestra relación en secreto, pero ahora que todos los Weasley, Herms y Harry lo sabían, cada vez era más difícil. Sus comentarios y miradas hacían que cada vez que nos queríamos escabullir a algún lado del castillo con Fred para estar solos, sean imposibles. Pero al mismo tiempo, nos alegraba que nuestros amigos lo supiesen, ya que manterlo tanto en secreto hacía que se sienta como si estaba mal.

Estábamos todos en la sala de menesteres practicando el hechizo patronus, cuando de la nada, las puertas se abren fuertemente mostrando a la brigada con Umbridge llevando a Cho Chang quien estaba llorando desconsoladamente.

Nos habían descubierto!

La mirada feliz de Umbridge hacía que mis ganas de saltar y darle un puñetazo ya no puedan contener.
Pero Fred, viendo mis intenciones, me tomo del brazo para que me tranquilice.

Hubo todo un revuelto en hogwarts los días siguientes debido a esto. Dumbledore confesó que el había creado el ejército para protegernos, y escapó de la escuela, dejando al diablo rosado a cargo.

Todo se fue al infierno después de eso.
Ella era insportable, y se encargaba de hacer de nuestras vidas una completa miseria.

A los del ejército, los hizo hacer el castigo que le había hecho hacer a Harry, donde cada vez que salimos de su oficina, teníamos mas cicatrices en nuestras muñecas. Era horrible ver la cara de sufrimiento de todos mis amigos. Fred se ofreció a tomar el castigo de Ginny y yo, pero me negué rotundamente, ya que si una sola vez era doloroso, no me imaginaba cómo serían tres.

Y así siguieron y siguieron los días, hasta que el día de rendir los timos llegaron.
Me encontraba con Fred frente al lago, eran eso de las 6:30 de la mañana, y habíamos acordado levantarnos temprano para así vernos antes de que comenzasen las clases.

-____... haré algo muy loco hoy.

Deje de ver el hermoso paisaje para mirarlo a él.

-¿eh? ¿A que te refieres?

-Hare algo muy loco hoy, y quiero que vengas conmigo.

-¿ir a donde? No entiendo nada!

-Con George decidimos fugarnos... esta tarde. Lo tenemos planeado hace años... queremos irnos de aquí y abrir nuestra tienda de bromas.

-Eh! ¡¿Estas loco?! -le dije mientras me paraba y lo enfrentaba- Te vas a meter en muchos problemas! ¡¿Y donde sacarás el dinero para comprar la tienda?!

-Ya... tranquila -dice abrazándome- De eso me ocupo yo, tú no te preocupes.

Lo abrace más fuerte mientras algunas lágrimas corrían por mi mejilla.

-Yo.. no quiero que me dejes sola aquí. No ahora...

-Ven conmigo entonces! Voldemort va a venir y se pudrirá todo! Pasemos este tiempo que nos queda juntos!

Lo mire y el me limpio las lágrimas para luego darme un tierno beso en los labios.

-Me encantaría.... pero no puedo. Mis padres me matarían.

El asintio mientras acariciaba mi mejilla.

-Si.. lo entiendo. Te escribiré! Y no dejare de hacerlo.

Algo no me sabía bien... ya sabemos que pasó la última vez que intentamos tener un amor a distancia.

-Yo no dejare de responderte... te lo juro. No pasará lo de ultima vez.

El sonrió y me dio otro beso.

-Claro que no! Ademas, podremos juntarnos en hogsmade los fines de semana. Iré cada uno de ellos.

Nos abrazamos y nos quedamos así. Por unos minutos... y luego unos minutos más.. hasta que todos en hogwarts ya estaban despiertos y tuvimos que ir a desayunar.

Desde ese momento, todo recurrió rápidamente hasta la hora del almuerzo. Donde el show empezó.
Primero fueron fuegos artificiales... y luego, aparecieron los gemelos en escobas, dando una graciosa presentación acompañada de los gritos de Umbridge.

Antes de salir, Fred paso por mi lado y me dio un beso en los labios, así, frente de todos en el gran comedor. Luego, elevó la escoba y salió por los aires junto a su hermano.

Fue ahí recién cuando me di cuenta de que todos me estaban mirando. Ginny y Hermione negaban mientras reían y los demás comenzaron a cuchichear.

-____! ¿Cómo no me dijiste que estaban juntos otra vez?
Exclamo Bea con el ceño fruncido y una sonrisa escondida en sus labios.

-Si, ____! Me siento herida!
Acompaño Delphine mientras se sentaba junto a su novio.

-Lo siento, lo siento! -dije riendo- Estamos saliendo hace unos meses!

-MESES!
Exclamaron las dos.

-Si, hasta pasó el Invierno en la casa de los Weasleys conmigo!
Le respondió Harry riendo a lo que la novia le pego.

-Idiota! Porque no me dijiste si sabias!

Todos reímos y luego mire a Bea, que se encontraba con la mirada perdida.

Cuando estábamos saliendo del gran comedor, me acerqué a ella y la alejé de los demás.

-¿Estas bien?

-Si.. George y yo nos estamos dando un tiempo... fue mi idea, y comenzó cuando me dijo que haría esta travesura.

-Oh.. lo siento, amiga. -la abrase- pero ustedes se quieren tanto... estoy segura de que volverán a estar juntos antes de que cante un gallo.

Ella sonrió tiernamente.

-Ojalá, ___... ojalá.