Capítulo 17

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Zara Hills:

Ya había pasado un mes desde que me escapé y desde que conocí a los abuelos de Alex. Me trataban muy bien, siempre me preguntaban qué tal estaba, sobre todo la abuela. Todo iba viento en popa, solo debía adaptarme lo mejor posible a sus rutinas e intentar ser una persona más normal.

«Nunca llegaremos a ser normales»

Me lo pase tan bien en su hogar, me encantaba mirar el paisaje del exterior, se respiraba un aire fresco, se me erizaba la piel con la sola caricia del viento, estaba en el balcón de la habitación que me había traído buenos recuerdos, hoy sería nuestro último día en el que pasaríamos con sus abuelos, después iríamos en el coche que tenían durante unas horas y ya estaríamos cerca de la civilización.

La abuela tuvo una gran idea, y hoy haríamos una pequeña fiesta de despedida. Ella insistió tanto en que debía ir arreglada y no tuve más remedio pero no sabía qué me iba a poner, más bien no tenía casi nada, excepto la ropa que me pude llevar conmigo.

—No sé, que me voy a poner. — suspire con frustración, no tenía ganas de celebrar nada, nunca me ha gustado llamar la atención de los demás, siempre he vivido para impresionar a los demás y eso fue una de las cosas que odie de mi vida anterior y que no echaría en falta. Estaba preparando mis maletas ya era medio día—. Uff, que calor hace.

No sé, porque la abuela ha insistido en regalarme tantas cosas, tengo la costumbre de hablar para mí misma, y la gente me suele decir que doy un poco de miedo.

—Parece que estás loca, mientras hablas sola. —me sobresalté con solo oír la voz de Alex, le mire con la mirada más fulminante que podía sacar de esta situación. —Eh, no me mires así. No es culpa mía que seas tan despistada y no te dieras cuenta de que llevaba media hora viéndote.

« Es un acosador, no me creo que sea tan majo y adorable. No te fíes de él Zara, tu y yo sabemos por lo que hemos pasado, hasta llegará aquí»

—Así que,.. Me espías, ¿Eh?—me cruce de brazos. —Espero que no seas un acosador en serie, que luego mata a sus víctimas con la mirada. No sabía que esa era tu afición. —dije con un poco de veneno, pero no notó la diferencia

Estaba bromeando, el me miro con los ojos bien abiertos. Y levanto sus dos brazos y los agito enfrente de mi cabeza, y puso una cara toda rara.

— ¡Aaaaggh! ¡Soy un monstruo, y te voy a comer!— me rodeó con sus fuertes brazos, y no pude evitar ponerme a reír y gritar como una loca.

« No dejes que te toque » esa voz, me perforaba con más insistencia

— ¡Para, para, que me haces cosquillas!— no podía parar de reír y nos caímos encima de la cama, le intentaba dar en el pecho pero él era más fuerte, me estaba muriendo de la risa. — ¡Por favor! ¡No puedo más! —llego un momento en el que la risa se convirtieron en lágrimas, el aire me faltaba.

—No voy a parar me encanta tu risa. —estábamos muy cerca, el paro de hacerme cosquillas y me miró a los ojos, sus pestañas eran tan largas y sus labios carnosos. — Eres hermosa. —me susurró

—Todos dicen lo mismo, pero después te das cuenta de que son solo palabras vacías —dije neutral.

Había escuchado esas palabras tantas veces, que ya no sabía si lo decían de verdad o solo para obtener un beneficio.

« No caigas Zara » me repetía esa voz, una y otra vez

Nuestros rostros se estaban aproximando, nuestros labios estaban a punto de tocarse nuestras respiraciones se mezclaban entre sí junto a la atmósfera, pero entonces recordé todo lo que había pasado, yo no era conveniente para él, no podía con esta espina que se iba profundizando. Él no era de confiar, yo no podía con esto.

Inocente: Sobrevivir, para vivir ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora