SIETE

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Furiosa. 

Mina quería matar a Fane y comérselo vivo aunque no fuese una depredadora ¿Como pudo hacer que Sunny se prestara para hacer semejante canallada? Cuando lo viera le iba a demostrar que no iba a jugar con ella, que no iba a poder con ella porque ella tenía el mando de su vida. En cuanto a su jefa, la iba a mandar a comer mierda absoluta, eso no se le hace a cualquiera y menos a ella.  

Caminó esta vez más enojada que asustada, si vería un lobo le iba a hacer ver el infierno en vida. 

Hasta que se topó con uno de piel color gris, no uno de un tamaño prudente. 

Uno enorme y lo que sabía de la Nat Geo era que no sobrepasaban el hombre promedio en altura. Podría ser Fane, los cambiantes de grado Alfa siempre eran más grandes pero algo en ello  no estaba de acuerdo, no cuando el lobo gruñía y mucho menos se sentía como él. 

De acuerdo, lobo gris. 

No era Fane. 

Algo no estaba bien. 

Justo cuando el lobo decidió que era momento atacar encaminándose a ella, Mina hizo uso de sus dones lanzándole una esfera de agua pero de nada sirvió porque no parecía tener efecto sino todo lo contrario, el de hacerlo enfurecer. 

Mina supo que correr no estaba bien, no corres cuando una bestia está tomándote como su presa. La joven sintió miedo y justo cuando vio aproximarse la bestia gris a ella  un lobo de color pardo apareció en escena.  La diferencia entre el recién llegado y el otro gran lobo, era que el pardo tenía pupilas carmesíes y un aroma que no era de un tono fuerte sino agradable para su repentino olfato. 

Fue sensata y supo que ese si era Fane, los mate aun sin marcarse tenían el poder de saber el uno del otro por el olfato.

Lo siguiente que aconteció fue una lucha encarnizada, el enorme lobo había emitido una embestida al pardo pero este rápidamente se puso de pie y contraatacó para cuando el gris fue por el segundo asalto el pardo alcanzó a reaccionar haciendo que el atacante se golpeara contra un árbol. 

Fane estaba ganando pero tan rápido como pasó el gris se levantó y con fuerza inimaginable tomó al lobo pardo por las patas traseras con sus fauces arrastrándolo lejos de él.  De inmediato, aconteció que el lobo pardo se incorporó y como fue de increíble estaba tomando una forma bestial pero humanizada pues se posicionaba erguido y las patas ahora se veía como enormes manos con filosas garras. 

Si señores, Fane era un hombre lobo de pura cepa. 

Mina estuvo tentada a no moverse, a dejar que la bestia que tenía Fane se ocupara del asunto pero cada vez que quería estar lejos de la escena sucedía que el lobo A y el lobo B se interponía entre ella y las ganas de salir huyendo, después de todo lupina no era. 

Entonces Fane decidió acabar la lucha de una vez y cuando pasó la enorme bestia erguida alcanzó al gris por el pecho casi en el aire para tomarlo como un costal de box y quebrarlo como una ramita. El ataque tan certero fue ágil, rápido y poderoso que la bestia gris no volvió a levantarse, aquello había sido una condena brutal para un extraño que pensaría dos veces antes de hacer semejante osadía.  

Pasó así, cuando el lobo erguido se acercó a ella y la olfateó con mucho cuidado hubo una extraña conexión que Mina casi se espanta, tras de ello un gruñido y un sonoro: ¡Eres mía, Marina!

Si señores, Mina estaba jodida. 

Tan jodida que quedó estupefacta cuando el estúpido lobo pardo decidió arrinconarla para morderla rápidamente en el cuello con sus fauces produciéndole un dolor terrible que amenazaba con hacer explotar sus venas. 

AMORES DE GREENVILLE 1: La Nereida y El Lobo*Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora