OCHO

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Mina abrió lentamente los ojos y todo en cuanto intentaba enfocar saltaba en su visión, parecía como si hubiese recibido un golpe en la cabeza, era como si hubiese bebido la muerte súbita que preparaban Alexis y Tara cuando querían celebrar y para colmo siempre celebraban.  Miró a todos lados cuando se incorporó y por la amplia habitación se dio cuenta de que no estaba en el apartamento de Shannon. 

Su memoria volvió a ella como un castigo; Fane le había engañado, reclamado y posiblemente secuestrado por lo que ahora estaba en serios problemas porque salir de allí no iba a ser tan fácil como se pintaba en las historias de acción. Furiosa, quitó las mantas que la cubrían para darse cuenta que estaba vestida con una pijama de un azul transparente y que un delicado brazalete en oro estaba bordeando la muñeca. 

 ¡Soy la mujer de Fane!

Entonces hizo lo que una mujer virgen haría en un momento de pánico, comprobar con su dedo que la barrera seguía allí, por todos los cielos ella era una Fae de realeza y la etiqueta de "V" era tan importante para lograr lo que quisieras aunque en el mundo de las Razas Antiguas ser una Fae implicaba una fama de dudosa reputación sobre todo en la fémina que tenía sus conexiones con el bosque . 

Sigo guardándome

Se encontró sola en la habitación con las ventanas abiertas y la puerta cerrada. Ella no esperaría a que alguien entrara y la viera vestida para subir las pasiones masculinas, tampoco quería dar señales a alguno de disponible para la acción así que abrió las puertas francesas de la habitación para darse cuenta que era un gran armario con ropa tanto masculina como femenina, las vestiduras femeninas todavía tenían las etiquetas de las tiendas donde había sido comprada.  

¡Miles por una camiseta deportiva de tiras!

Cuando había dicho que ella hiciera chillar su tarjeta no bromeaba, al lobo le encantaba gastar dinero y por lo alto. Mina suspiró molesta, se colocó un vestido veraniego de color amarillo y descalza prefirió salir de la habitación para enfrentar al estúpido lobo.

Justo cuando fue a abrir la puerta se encontró con una chica simpática de ojos miel, cabellos castaños y pecas en su rostro. Al verla, la joven se arrodilló rápidamente y luego hizo reverencia.

Mina la miró como si estuviese loca. 

— ¿Cuál es tu problema?

La chica pareció estremecerse de miedo y pegar su cabeza al piso a modo de súplica.

—El Alfa pidió que no entrara si usted estaba despierta.

Ella rodó los ojos y suspiró pesadamente, se veía que Fane era un Alfa exigente y muy de temer; eso no era buena señal, todo con respecto a el estaba mal.

Mina miró hacia todos lados y volvió de regreso a la chica.

— ¿Dónde está el estúpido de tu Alfa?

—Supongo que aún sigue en el estudio con el séquito principal. —Dijo sin miedo. — ¿Desea comer algo, Luna?

—Si. —Dijo ella con amargura pero siendo segura. —Comeré a tu Alfa de desayuno y no es una connotación sexual sino más bien una amenaza. — Ella miró a la chica que parecía estar asustada. — ¿Cómo te llamas?

—Angélica. — Respondió.  —Estoy a sus servicios si usted lo desea.

— ¿Si yo lo deseo? —Chilló alterada. — ¡Lo que deseo es ver el mundo arder con Fane Krussen en el!

Ella encontró unas escaleras en dirección hacia la primera planta, era una especie de mansión por lo extensa que era el área desde la puerta de entrada hasta el recibidor, pensar en salir sería prioridad pero tenía que demostrarle al Alfa arrogante que no tenía poder sobre ella, ella era libre. 

AMORES DE GREENVILLE 1: La Nereida y El Lobo*Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora