VEINTISIETE

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No hubo un funeral honorable para un noble Atlante que había traicionado a su Rey y tampoco hubo lágrimas para el hombre porque no se las merecía. 

Tarek de Anfitrite había ordenado a sus hombres quemar en la bahía de Greenville el cadáver de Cassio para expiar sus pecados y que los dioses le condujera en el camino del bien cuando navegara hacia el mas allá. En esas horas Mina ya se había hecho a la idea que era bien haber terminado todo de esa forma y mirar las cosas desde una perspectiva más madura y realista.

Ella tenía a Fane, estaba en casa y fuera de peligro por lo cual nada más le importaba, ella estaba segura que las predicciones de su tío Blaize no importarían. Tarek había ofrecido disculpas y junto a estas un enorme pago por los daños ocasionados además de someterse a lo que dijera La Coalición sobre sus actos contra uno de los Reyes que poseían el norte de Tierra Firme y esperaba que cualquiera que fuese la sentencia él la cumpliría a cabalidad.

Todos los involucrados a última hora se despidieron de Tarek en el muelle, a pesar de todo el seguía siendo un líder entre los suyos y tenía también obligaciones para hacer hablar a su hermano Adratos que estaba lejos de todos a la espera de marcharse.

— Intentaré ser lo más breve con mis asuntos para reunirme con quiénes deseen mi presencia.

—Solo haznos un favor. — Le dijo Mina mirando de lejos a Adratos. —Haz que nunca vuelva a estas tierras, ten por seguro que aquí no será bien recibido.

Fane abrazó a Mina y le besó en la sien. —Le esperaremos y cuando sea así ya estaré completamente sano para responder con todo lo que mi manada puede poseer.

Tarek asintió. — Así será, Rey Lobo y una vez más pido disculpas por mi comportamiento poco honorable.

—Lo estamos viendo por el lado bueno, Rey Tarek. —Le dijo Mina sonriendo a Fane. —Tenia que pasar algo así para darme cuenta que tengo lo mejor de mi vida.

Aric solo se metió el dedo en la boca para simular arcadas. —Tantas muestras de cariño y a la siguiente voy a vomitar.

Leah le miro sería y le dio un puño en el estómago. —Eres inoportuno, gato.

Tarek hizo un gesto de nobleza y miro a Leah. —Espero que algún día lleguen a saber que era lo que quiso decir Cassios al final.

—Si. —Concordó Leah. —  Rogaré en mis adentros que así sea, Rey Tarek.

Un hombre de Tarek le avisó que estaban listos para partir y resultó que con un saludo final el Rey Atlante se introdujo en una cápsula acuática y sus hombres en otras dos pero antes de desaparecer en el fondo del mar Tarek le prometió a su hermano menor que le iba a dar la enseñanza de su vida en casa.

¿A qué se refirió?

Ninguno sabía, pero lo que si estaban de acuerdo todos era que volverían a verlo por esos lares.

Ya en el anochecer Fane y los demás se reunieron para una cena familiar, estaban todos incluidos Shannon y  Breeze con sus aparentes compañeros aunque Shannon solo dijese que le parecía aburrido estar sola y Liam fuese por comida, pero a metros se le notaba lo enamorado que estaba de Breeze.

Aric silbó divertido al ver que el joven lobo tragaba todo lo que le colocaban en la mesa.

—El sentimiento de pérdida absoluta resumido en cuatro palabras: No le den el postre.

Mina echo a reír y Fane rodó los ojos.

—Lo bueno de todo esto es que están en esta mesa la gente que más se aprecia. —Ella levantó su copa de vino. —Yo propongo un brindis por este momento lleno de paz.

AMORES DE GREENVILLE 1: La Nereida y El Lobo*Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora