DIEZ

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Mina llegó a la mansión Krussen, todo parecía como si fuese una casa de algún político o narcotraficante, estaba fuertemente custodiada por todos lados y parecía un pequeño pueblo con casas alrededor ni muy alejadas ni muy cerca del gran caserón.

Shannon detuvo su SUV frente a la puerta y bajando los vidrios miró al guardia en la garita.

—Hola guapo. —Le dijo guiñando un ojo. —Vengo con La Luna ¿Nos dejas pasar?

El chico guardia vestido a la mejor forma de un servidor de seguridad suspiró tranquilamente.

—Ha llegado a tiempo, Luna. —Dijo el joven de cabello rubio oscuro. —El Alfa le está esperando.

El lobo abrió la reja y Shannon dejó de un todo a Mina en las puertas principales de la mansión. 

Shannon la miró preocupada. — ¿Quieres que ingrese contigo?

Mina negó con la cabeza. —No creo que Fane me vaya a golpear o algo así.

La rubia se estremeció. — Ojalá y no te toque.

Ella miró a la entrada. —No se va a repetir la historia.

Shannon se despidió de ella y aún preocupada retiró el auto de la entrada de la mansión Krussen. Mina ingresó siendo recibida por un sirviente y aún en la entrada se quitó sus húmedos zapatos.

— ¡TE HE DICHO LA VERDAD!

— ¡MINA NO HARÍA ESO!

Las voces fueron apareciendo desde el área del recibidor hasta la entrada, era Fane y la pelirroja discutiendo más que todo por ella. Cuando Fane cruzó mirada con ella la vió furibundo que en el momento en que encaminó a ella Mina recordó los constantes maltratos que optó por cerrar los ojos y esperar.

Pero el golpe nunca llegó.

— ¿Creíste que te iba a golpear?

Ella abrió los ojos y tanto Fane como la mujer pelirroja le miraron con los ojos abiertos.

—Por la Diosa Luna, Mina. —Le dijo Fane como si estuviera insultado. —Primero me corto la mano antes que hacerte algún daño.

Mina encerró los recuerdos por un momento y se acomodo a su nueva yo, había una nueva vida y una promesa de joder terriblemente al lobo.

—Solo fui a ver una urgencia.

— ¿Qué urgencia? — Preguntaron la mujer y el lobo al mismo tiempo pero Mina rodó los ojos.

— ¡Qué les importa! —Se alistó para subir pero decidió esperar a bajarle la humedad a sus pantalones escurriendo el agua sobre el hermoso mármol. — ¿Qué más quieren? Ya estoy aquí porque alguien cometió la cagada del siglo.

La pelirroja gruñó y se encaminó a Mina mostrándole sus garras pero Fane la detuvo.

—No es así como quiero tratar con esto.

La pelirroja gruñó molesta y miró al lobo muy enfadada. — Solucionalo rápido porque afuera hay caos.

La mujer se fue de su presencia y luego Fane lanzó un suspiro algo preocupado, lo siguiente que realizó fue algo sorprendente porque sin importar estar empapada la abrazo y se aferró a ella.

—Crei que no volverías a mi lado, Luna. —Le dijo ya tranquilo. —He estado muy asustado.

Mina parpadeó, intento librarse de él pero no pudo porque Fane tenía más fuerza en su agarre.

Bien, le tocó a ruegos darle palmaditas suaves al lobo.

—Se que no puedo salir de aquí y estoy de regreso.

AMORES DE GREENVILLE 1: La Nereida y El Lobo*Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora