La decisión de Candy
-Archie, ¿Qué haces aquí?
-¡Pero que bienvenida Candy!, ¿es así como saludas a tu primo?
-Oh, perdón- dijo abrazándolo- pero es que me asombra que estés aquí. No se supone que debas estar en los preparativos de tu boda....
-¡Candy!, hermana...-Dijo Annie saliendo del despacho de la Señorita Pony
-¡Annie! ¡Qué alegría verte!... ¡Hermosa Annie!...estas muy linda...mis preciados amigos, gracias por venir a verme, pero ¿se debe a algo especial?
-Candy...¿Ya te has enterado de las últimas noticias de Nueva York? – sus ojos verdes se fijaron en un punto inexistente y en tonto despreocupado dijo:
-Si te refieres al matrimonio de Terry y Susanna, sí, ya me he enterado. No era necesario que hicieran tan largo viaje... Me alegro que haya hecho lo que le correspondía.
-Oh, bueno.... ¡Qué bien entonces que tú te encuentres bien Candy!...Archie me habia sugerido que no te dijera nada, pero es algo que no puedo callarme.
-¿Qué pensaron chicos?... ¿que estaría mal por eso? No, yo hace mucho tiempo que dejé a Terry en el pasado y continué con mi vida. Ustedes son testigos de que es así.
-Sí, es verdad- Annie sonrió- tu siempre has sido muy autosuficiente y muy fuerte amiga.
-Buenos mis muchachos aquí les traigo algo de tomar.
-Gracias Hermana Maria. No se hubiese molestado.
-No es molestia hijo. Agradecemos mucho la Señorita Pony y yo que hayan venido a ver Candy. Como sabrán nosotras le hemos dicho que necesita cambiar un poco de ambiente, pero simplemente nos ignora.
-Hermana...No es así...
-Bueno está bien hija, no diré nada más....me retiro para que sigan charlando.
-La hermana Maria tiene razón Candy...ven con nosotros a Chicago. Nos hemos cerciorado que los Leagan no están en la mansión y puedes estar con mayor libertad.
-Pero, ¿y la Tía? No quisiera llegar sin su consentimiento.
-La Tía se mantiene encerrada por sus dolores de Cabeza. No sale de su cuarto. Además es tu casa y tienes derecho.
-¿Está enferma?
-Si
-¿Tiene una enfermera que la cuide?
-Albert ha puesto cuanta enfermera, pero simplemente no se adaptan al temperamento difícil que tiene la Tía abuela.
-¡Temperamento difícil!...que lo conozco perfectamente...claro que sí- dijo pensativa.
-¿En qué estás pensando Candy?
-Alistaré mis cosas y partiré con ustedes a Chicago.
-¿Cómo? ¿Qué te ha convencido?
-Ya lo verán por lo pronto iré a despedirme de la Señorita Pony, la hermana y los niños. Pasaré por la clínica del Doctor Martin para explicarle la situación.
Partieron a Chicago. Sus dos madres estaban felices de que candy haya decidido regresar a donde pertenece por Ley aunque su corazón quedaba en el hogar.- Siempre puedes regresar cuando quieras Candy, no lo olvides- dijo la Hermana- ¡No podemos ser egoístas!- exclamó la Señorita Pony.
En el trayecto, el camino lleno de luz y sombras por los árboles se asomaba entre ellos el brillo del sol que caía sobre sus hojas. Ese panorama le hizo recordar la sonrisa de Anthony tan pura y verdadera, tan brillante y cálida. Jamás lo olvidaría, sería un eterno recuerdo que lo llevará hasta el último día de su vida. Se acercaban a la mansión mientras Albert no se imaginaba la sorpresa que recibiría. En su despacho se encontraba revisando documentos, contratos y George le acompañaba.

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Vuelve a mis brazos
RomanceLa noche en que Candy y Terry se despidieron se habían entregado a su amor. ¿Qué pasara después en la vida de cada uno de ellos? Historia con fines de entretenimiento.