Capítulo 31

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Espero que les guste este Capitulo es el final y agradezco a aquellas personas que dejaron su pequeño comentario, opiniones por este fic. No soy buena escribiendo como mucha chicas, pero hago todo lo posible porque cada historia sea de su agrado. Entre muchos problemas que se suscitaron, bueno logré terminarlo y ya tengo en vista una nueva historia diferente, si Dios asi me lo llega a permitir.

Mil gracias a todas y hasta pronto. Bendiciones a todos.

Quizás debió dejar las cosas tal cual estaban y nunca haber confesado su amor. Pensó que fue muy impulsivo su actuar, puesto que no tuvo respuesta de parte de ella y eso le confirmó esas conclusiones; Patricia no le veía de la misma manera porque seguía idealizando un amor que nunca volverá. Albert se sentía como un tonto por sentir todas esas cosas a las cuales se había cerrado. Cuando es el corazón el que elige no puedes olvidar tan facilmente... Amaba a Patty, de eso estaba ahora totalmente seguro, seguro que ella, era la mujer que quería, no había otra en el mundo y se sentía fatal por haber abierto su corazón y no haber tenido una sola respuesta. Desde que le confesó sus sentimientos, Patricia tenía miedo, miedo de que su corazón explotara al sentir de nuevo el amor renacer en su pecho. No tuvo palabras para decirle que ella también lo había empezado a ver de distinta manera y que le dolía mucho saber la amarga noticia que se iba otra vez. No deseaba ser un impedimento en sus múltiples aventuras, en todo lo que tenía trazado en su ansiado viaje a quien sabe dónde. Eso no era todo, recordó que Albert mencionó dos razones que al parecer tenían mucho peso para él; haber sido novia de su Sobrino y los tantos años. Realmente esas razones no implicaban impedimento para quererse, los años no significaban nada cuando se tenía conocimiento de matrimonios de jovencitas con hombres mayores y el haber sido novia de su sobrino tampoco lo era; Patty había dejado claro que su amor por Stear se había convertido a un amor platónico que vivirá siempre en su corazón, el por su parte pensaba que había sido un error creer que amar a alguien no significaba terminar con su libertad y hacer las cosas que acostumbraba a hacer en su mundo, pues cuando se ama de verdad se aprende a compartir y hacerlos de ello uno solo, porque el amor los une, entonces ¿Qué hacía falta?, las cosas analizadas desde otra perspectiva no son tan difícil como lo piensan, en realidad no lo es. Patricia había aceptado la oferta de vivir mientras ubicaba un apartamento en la mansión de Albert y días después de haberle dicho que la quería, él le pidió que no se fuera, que eso no incurriera en un motivo para hacerlo, que su viaje estaba listo y que cuando ella decidiera irse sea porque ya había encontrado alojamiento en otro lugar. Sin embargo Patty no había pensado en hacerlo, no actuaría como una chiquilla tonta e inmadura yéndose porque un hombre le habia declarado su amor, bueno no era cualquier hombre y vivía en la casa de ese hombre, pero sí, luego de recibir su segundo sueldo en la Revista, pagaría la primera renta de un apartamento que ya tenía en vista.

De regreso a Chicago, se preparaba para su viaje.

-¿Asi que es en serio entonces todo el asunto de tu viaje Tío?- preguntó su sobrino al pedir acceso a su habitación y ver que Albert arreglaba algunas cosas en una maleta.

-Archie, ¿Desde cuándo no lo he sido tratándose de estos asuntos?, estoy cansado de las Empresas y necesito despejar mi mente. Ha sido mucho tiempo que no me tomo un merecido descanso y creo es tiempo de hacerlo, como lo dije días atrás en Nueva York, tú estás más que capacitado para tomar las riendas de los negocios, además no es que me esté yendo para siempre, volveré, por supuesto que volveré, de eso no te quepa la menor duda.

-¿Y a dónde iras?, sabes que la Tía abuela ha puesto el grito en el cielo por tu repentino viaje, dice que de nuevo te comportas como un irresponsable y que dejas todo tirado sin importarte nada.

-Sabes que la Tia Elroy siempre exagera en todo. No estoy dejando tirado nada y no soy un irresponsable...solo que necesito volver a vivir y no lo sé, no lo he determinado aún, y ¿tú que dices, sobre mi supuesta irresponsabilidad?

Vuelve  a mis brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora