Epilogo 32

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Epilogo

Tres años pasaron. Se aproximaba la navidad de 1929. Casi un año atrás Janice se había casado con el marqués de Northampton y Allan estaba en planes próximos de hacer lo mismo con la hija del Conde de York. Habían tomado nuevo rumbos en sus vidas y Richard entonces volvió a insistir a Eleonor que se casaran ahora que tenía el permiso real de la corona británica y ella aceptó. La felicidad rodeaba a los Granchester, habían logrado estar juntos luego de tantas desaveniencias. El corazón de felicidad no cabía en el pecho de Richard, el tener de nuevo en su vida a Eleonor, era algo que siempre deseo. En principio la ex actriz se negaba a entrar en su vida, por sus hijos. No quería ser una intrusa ni mucho menos reemplazar a nadie. Dos meses atrás se realizó la boda del Duque y su madre y Terry por supuesto estaba contento, al fin la familia con la que siempre soñó se materializaba ante sus ojos. Al Duque poco le importaba si los demás hablaban de su nueva esposa que no pertenecia a la realeza, que no tenía titulo en fin, tenía el permiso del unico que le importaba, El Rey. Se sentía como un adolescente y sus hijos eran felices ver a su Padre que lo era. Un par de meses les llevó entender que su Padre merecía ser feliz y verlo sonreír hizo que poco a poco Eleonor se ganara el respeto de ellos. Lo logró, por el amor que sentía por Richard, el único amor de su vida. A raíz del matrimonio de sus Padres, Terry y su familia estaban en Escocia pasando unas hermosas vacaciones con sus hijos y dias después pasarían juntos la Navidad todos en familia, una verdadera familia. Una navidad más que Terry disfrutaría junto a ella, su amada esposa. Una navidad feliz, como nunca lo fue ni en su niñez ni en su adolescencia. Para Terry esa fecha no tenía ningún significado y cuando llegaba era tan doloroso que prefería encerrarse en las paredes de su habitación el Castillo o peor aún, solitario dentro del Colegio, recordando su pasado. Eso ya no importa, ahora es feliz, Terence Granchester es un hombre feliz desde que unió su vida a esa maravillosa mujer, Candy. Dios le dió una segunda oportunidad de vida y se prometía así mismo que cada día que trataría de ser una mejor persona, por ella, por sus hijos y por él mismo. Su corazón la eligió siempre aunque vivió años atado a otra mujer, supo que Candy sería con quien quisiera compartir su vida hasta el último dia de su existencia, desde entonces la amó en ese mismo instante cuando sus ojos se posaron en ella, aún entre la bruma de una noche fría de invierno sus destinos quedaron escritos en sus corazones. La vida los había separado, pero el destino los volvió a reunir. Antes de viajar a Inglaterra preparaban la decoración de su árbol de Navidad en la villa. El trayecto de Escocia a Inglaterra en auto seria largo y lo harían dos días antes del 24 de Diciembre.

-Terry, ¡Qué hermoso te ha quedado todo! El árbol es inmenso y se ve maravilloso- dijo observando con toda plenitud el trabajo que su marido había realizado.

-Tengo a mi ayudante...- Victoria tenía ya cinco añitos-¡Mira a nuestra pequeña haciendo estragos- algunos adornos que Terry debía reponer habían sido dañados por la pequeña niña- ¿Y tú, cómo vas?

-Excelentemente mi amor. Estoy preparando una receta que me enseñó la hermana María y que quiero que tus padres la prueben.....a propósito, ha llamado para agradecer por los obsequios a los chicos del hogar, los niños están felices por todo.

- ¡No ha sido nada Candy! ...y me alegro mucho que les hayan gustado. Los niños son la bendición más grande que pueda existir- comentó viendo que su hija quien le lanzaba una tierna mirada que lo derretía de amor. Era la quinta estrella que Vicky deshacia en sus intentos por colocarles el accesorio para su destino- Ellos merecen disfrutar de estos días y espero que todos puedan encontrar a buenas familias que los amen. Todos los niños del mundo deben ser felices y les brinden el amor que necesitan.

-Así será mi amor... ¡No te imaginas con cuanta alegría se espera un pequeño detalle! No importa si es chico o grande, si es caro o sencillo, lo importante es que existan personas que se acuerden que hay niños que necesitan cariño- habló con nostalgia recordando sus días en ese hermoso lugar, el mejor que pudo haber tenido en su niñez. Terry la observó con ternura y le brindó una tierna sonrisa

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⏰ Última actualización: Aug 29, 2019 ⏰

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