Su vida giraba entre reuniones y eventos sociales. Gastar hasta el último dólar en compras caprichosas e innecesarias, así era Eliza, amante de la fina moda y de los lujos excesivos. Desde niña habia sido su forma de vivir y teniendo a unos padres que le daban todo lo que ella anhelaba no habia problema alguno. Salía de una de las tiendas más selectas de la Florida con un sinnúmero de bolsas de diversos tamaños y colores, era la adquisición reciente que cubría sus gustos en ese momento, trajes de última moda y una cuantiosa pulsera que luciría en una de sus acostumbradas reuniones, en donde las jovencitas de sociedad y las no tan jóvenes como ella misma llegaban a lucirse. Meses atrás, cuando se enteró de la desaparición de Terry se alegró inmensamente y aunque no era suficiente según sus anhelos, le satisfacía mucho saber que sufría.
Con respecto a Neal, luego de haber roto su amistad con Aurora quiso mantenerse alejado de su adorable hermana. Lejos de ella su carga emocional era ligera, estaba harto de todo. Dentro de un bar en el centro de New York, se encontraba tomando la tercera copa de una botella con la mitad del contenido embriagante. Solo en una de las mesas entre el alcohol y el humo de cigarrillos por todos lados, hacia un recuento de su vida. Era sorprendente ver a un hombre como Neal que todo lo tenía, elegancia, dinero, apartamentos, mujeres cuanta quisiera, pero curiosamente se sentía un lastre. Las palabras de Aurora todavía resonaban con fuerza en su cabeza. Dió un sorbo de su cuarta copa y luego se retiró.
Las húmedas y heladas paredes de la habitación provocaban un frío intenso que le calaba los huesos. Era invierno, la lluvia y el viento golpeaban con fuerza incesante las ventanas completamente cerradas. Sus manos se entumecían, tiritaba por el frio y sus labios estaban pálidos. No tenía algo caliente con que cubrirse. Hacia un par de días que Fabián no se apostaba en la puerta, porque consideraba que no habia necesidad de tener cuidados extremos cuando lo que habia dentro estaba casi muerto y jamás escaparía. Así podían conversar con un poco de libertad. Acercó un taburete a la pared ansiaba poder ver la claridad del día y en qué momento estaba. No era lo mismo que Aurora le contase a verlo con sus propios ojos. La rendija quedaba a lo alto puedo alcanzarla y lamentablemente oscurecía y entonces pensó con tristeza- En éstas condiciones será una noche difícil.
-Perdóname por tardar demasiado, pero ya sabes Fabián y sus pretextos...Toma esto- le extendió una bolsa con una frazada, comida y un té caliente- con esto será un poco soportable la noche.
-Gracias.... ¡No sabes cuánto lo necesito!
-Si lo sé Terry....por eso no podía ir a dormir y saber que no pasarías bien la noche, a Fabián le hice saber que podrías morir de frío y que eso seguramente recaería sobre él, lo culparían por truncar los retorcidos planes de esa gente - dijo mientras le extendía la bebida caliente y le servía un poco de comida
-Para ellos es mucho mejor que muera aquí...así les resto tiempo y esfuerzos
-No, no pienso como tú.... al Conde no le conviene siquiera que tu estés aquí....insiste con esa mujer, la viene a visitarlo que te lleve con ella. No todos los sirvientes sabemos de ti, pero si los suficientes de confianza como para que sean leales al Conde. Hay que estar muy pendientes de todo y no confiarnos porque Fabián este alejado de este lugar. Come mientras prendo la chimenea, está húmeda, pero creo que funcionará. La leña está bastante seca y hay que aprovecharla.
-Puedo ayudarte...
-No, no es necesario.... he hecho esto cientos de veces en estas condiciones que una vez más no es nada.
-Gracias, definitivamente eres mi ángel...sin tí, ahora estaría perdido...o muerto.
-No lo digas...yo no podía ser partícipe de semejante atrocidad. No te niego que a veces tengo ganas de ir a las autoridades y denunciarlos, pero nadie le va a creer a alguien como yo...mi palabra no valdría nada contra la palabra de un Conde y una Duquesa. No quiero convertirme en su cómplice...tú lo sabes Terry, pero sigo callando.... A parte de un secuestro es un asesinato lo demás. Lo que hacen es muy malo, muy malo.
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Vuelve a mis brazos
RomanceLa noche en que Candy y Terry se despidieron se habían entregado a su amor. ¿Qué pasara después en la vida de cada uno de ellos? Historia con fines de entretenimiento.