Capitulo 29

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by Angy Granchester

espero que les guste este Capitulo y les pido mil disculpas, pero he estado con muchos porblemas de salud, pero aqui estoy cumpliendo con lo que me gusta hacer, escribir para fines de entretenimiento

-¡Lo siento!...Le juro Duque que, en tales circunstancias, habría preferido callar aún siendo el afectado...pero tiene razón, no puedo seguir ocultándolo, efectivamente hay algo que usted debe saber y ahora es el momento...- Esas palabras dichas con evidente peso indicaban el calvario no solo físico, si no mental que también sufría su hijo. Era una verdad dolorosa y reveladora que guardaba para sí, no por esa mujer quien ni un solo segundo tuvo consideraciones con su integridad, ni su vida, era solo por su Padre. El Duque sentía lento el andar de los latidos de su corazón, al igual que sus pasos al dirigirse hacia la ventana cuyos cristales daban la visión de un cielo gris. La turbación que sentía debía ocultarla tras su porte sereno y equilibrado que siempre le ha caracterizado, sin embargo todo lo que sucedía podía tambalear hasta el edificio más fuerte y poderoso, podia ser un huracán y devastar todo lo que a su paso encontrara. Volvió su mirada buscando las azules lagunas de su vástago quien mantenía la mirada en sus manos estrujando una con otra , como si en ellas pudiera encontrar las palabras adecuadas. Terry respiró profundamente, en realidad no hay otra manera de decirlo y que resulte poco desagradable escuchar que la Duquesa, la madre de sus hijos, era una criminal, mentirosa y despiadada. –Desde ese mismo instante no supe nada de mí. Me mantuvieron sedado para que no pudiera reconocerles ni recordar nada. Eran pocos momentos de lucidez en los que me daba cuenta lo que habia pasado conmigo. Fueron muchos, muchos dias, semanas que caía en la inconciencia y estaba seguro que todo había terminado para mí, no sabía quienes me habian secuestrado Papá, ni el motivo. Habia caido en las manos de delicuentes ambiciosos y sin piedad ...sentí que era el fin...-pausó- pero Dalia... sabe que ella me brindó su ayuda, pero no así los detalles de todo...- Dias Atrás, Richard habia acatado el deseo de su hijo. Lo único que sabía es que la mujer habia matado a un hombre por salvarle la vida, que le habia ayudado a escapar y él, le prometió darle protección. El auto con el emblema de los Granchester hizo su aparición días después con un obsequio al anciano que le dio cobijo y quien se negaba a aceptar alegando que su ayuda fue extendida gratuitamente. Los hombres enviados insistían que era una petición del hijo del Duque de Granchester y del Propio noble, una petición como si fuese el Rey mismo así que no podía desairarles y terminó aceptando...luego Dalia fue llevada al Castillo- ...Ella, era la encargada de asegurarse que mi capacidad para pensar se anulara por completo de que no pudiera siquiera ver el sol de las mañanas, ni la luna por las noches. En principio lo hacía pensando en que era algo dictaminado por los médicos, el sobrino enfermo del Conde necesitaba esas dosis para aplacar mi conducta agresiva, así se lo hizo saber- Richard empuñaba sus manos tan fuertes- Sin embargo ella percibió que algo no estaba bien y desobedeciendo las órdenes que podían costarle la vida, suspendió las dosis para que pudiera recuperar la conciencia que querían robarme y así tener las fuerzas para librarme de ellos....Duque, hace mucho tiempo que yo estaría muerto, sin la ayuda de Dalia jamás hubiese salido de allí. A disposición tenian hombre que me golpearon, me humillaron y como si fuera poco, me torturarían enviándome a las montañas de África a morir como un Perro, entre el frio, el hambre y la locura - el Duque volvía su mirada que mantuvo fija en la nada, la aparente serenidad se dispersaba para dar paso a unos ojos en destellos de furia -.... ¡Ha sido la Duquesa, quien envió por mí!... Ella planificó todo esto para quitarme del camino...su interés final... asesinarme...cerciorarse de que nunca tome el título....a pesar que tantas veces he dejado en claro que no me interesa y usted muy bien lo sabe- afirmó- Nunca lo he querido...pero por supuesto, no solo es eso... ella me odia por ser su hijo bastardo, el indigno hijo de una Americana, el hijo que le recuerda que usted nunca la amo.

Vuelve  a mis brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora