EMPIRE [Steve Rogers]

6. Adivinanzas

Después del ligero percance que tuvieron en la entrada, Amirah pretendió seguir recorriendo el Templo como si nada. Sabía que si le daba importancia comenzaría a volverse loca tratando de encontrar una explicación que evidentemente no existía y preocuparía a los demás por nada. Y con todo lo que ya tenían encima, sumarse a sí misma a la lista de cosas por entender era algo que no necesitaban. 

-Eh... ¿Lady Amirah?

La aludida se volvió y encontró al asgardisno al final del pasillo con los ojos puestos en el otro extremo del templo.

-No entiendo mucho de esto - continuó Thor, llamando la atención de sus colegas - Pero creo que sería importante que venga a ver lo que encontré. 

El rubio no se sorprendía con facilidad. Desde pequeño viajó a lugares que los humanos sólo podrían aspirar a imaginar. Sin embargo ahí estaba, embelesado con la vista que las ruinas del pasado que aquella civilización le ofrecía.

Amirah se acercó rápidamente y cuando llegó a su lado, el aire abandonó sus pulmones en una fracción de segundo.

El techo era sostenido por ocho pilares osiriacos de piedra, que además conformaban un ancho pasadizo. Eran enormes casi tan grandes como la entrada misma del templo pero lo que realmente llamó la atención de la castaña era la inclinada pendiente que aguardaba del otro lado. Un desnivel que asemejaba una escalinata semirruinosa.

A diferencia del Primer sector que creían ya haber recorrido, este parecía mucho más auténtico... como si fuese un mundo aparte a pesar de encontrarse en el mismo sitio. El espacio completo resplandecía a la luz del sol como si estuviese bañado en oro y siguiendo el acabado universal del resto del Templo, los jeroglíficos cubrían hasta el más mínimo campo.

-Ah, mira esto - dijo Tony, abriendo los brazos de par en par al tiempo que giraba sobre sus talones 360° - Hemos encontrado El Dorado.

-Creí que habías dicho que el Templo sólo tenía una salida - habló el arquero muy confundido, dándose cuenta de que prácticamente era muy fácil acceder al desierto desde aquella área.

-Sí, eso... fue lo que dije - aceptó Amirah, igual de encandilada ante la vista que el resto.

-Pues creo que has cometido un error - dijo el millonario.

La castaña tragó saliva. No, no se había equivocado.

El Templo parecía un museo, por fuera tiraba toda la pinta de no ser nada mas que un montón de rocas y escombros. Pero por dentro... ella estaba aliviada de que pudiesen encontrar muchas de las estructuras en buen estado en parte gracias al equipo de expedición que estaba investigando el complejo.

No obstante, luego de tanto tiempo, de tantos enfrentamientos e imperios diferentes que pasaron por Alejandría después de la dinastía Ptolemaica, circuló como noticia mundial que la Ciudad de los Dioses había desaparecido completamente. Fue una pérdida terrible sobre todo porque aquello implicaba que gran parte de la historia de la antigua civilización también se había ido. Al menos eso había creído la castaña.