EMPIRE [Steve Rogers]

29. ¿Una Guerra?

Amirah siempre sintió un gran respeto por la cultura Egipcia, por sus dioses, por sus tradiciones, siempre se sintió muy parte de ella y ahora entendía por qué. Porque muy en el fondo lo era.

Sin embargo, eso no significaba que tuviese que estar de acuerdo con sus dioses, mucho menos que tuviese que obedecerlos. Puede que en el pasado no fuese realmente una diosa, pero sí fue una Faraona. En sus venas corría sangre de gobernante; podía hacer lo que consideraba mejor para su pueblo sin tener que rendir cuentas a nadie y en ese momento, no le apetecía nada ceder a las exigencias de Sekhmet.

- No - respondió, al tiempo que se zafaba bruscamente del agarre de la diosa - con todo el respeto del mundo, no voy a abrirla.

Sekhmet pareció un tanto desconcertada e indignada por la rebeldía de la castaña.

Ni en sus más locos sueños se hubiese imaginado nunca que un mortal tuviese el valor para enfrentarla de esa forma y ese pensamiento detonó en ella una ola de furia. No estaba dispuesta a pasar por tal vergüenza, sin importar si Amirah era o no reina de Egipto.

-Pero no te lo estaba preguntando - dijo con los dientes apretados y antes de poder ponerle a la castaña una mano encima, otra la detuvo desde atrás.

Era un tanto más pequeña pero no menos fuerte y en seguida la voz que le acompañó fue suficiente para adivinar de quién se trataba.

-Es suficiente - Hathor apretó el agarre en el brazo de la morena - ya fue suficiente Sekhmet.

La diosa de la protección se dio vuelta tan pronto como la soltó. Sus ojos llameantes en cólera cayeron terribles sobre los de su hermana.

-¿Ahora vienes a defenderlos? - señaló con la cabeza a Amirah - ¡¿a ellos?! Nos dieron la espalda ¿por qué quieres salvarlos?

-Porque ya no depende de nosotros decidir - Hathor le pasó por un lado para colocarse delante de la castaña - No somos dueños de sus vidas.

-Tan benevolente como siempre, que pena que ya no sea una niña tonta dispuesta a escucharte - dijo y después de eso todo pasó demasiado rápido.

De un golpe hizo pedazos el muro detrás de ella y de el salió expulsada una ola de energía tan fuerte que las 3 mujeres tuvieron que agacharse. Amirah sabía lo que eso significaba, por primera vez después muchos siglos, uno de los altos dioses egipcios estaba de vuelta.

Mientras tanto, fuera del templo los Vengadores luchaban por hacerle frente a los hombres de Dale, pero todo esfuerzo pareció inútil cuando algo en el desierto logró llamar la atención del Capitán.

-¿Qué está haciendo el ejército aquí? - gritó Clint observando las camionetas de aspecto militar acercarse a unos cuantos kilómetros

-No creo que sea el ejército - respondió Steve

Nada tenía sentido, Natasha había  mencionado que Dale ya no formaba parte de Operaciones Especiales y estaba completamente seguro de que el gobierno de Estados Unidos era totalmente indiferente a lo que sucedía en Egipto.

-Tu mandas, Cap - exclamó Tony llegando a su lado, sin saber que la mente del rubio estaba en blanco.

-Se están reagrupando - presionó Thor por el comunicador.

-Esto no esta bien - murmuró Steve para si mismo. Repasó los acontecimientos varias veces en su cabeza hasta que por fin llegó al rostro del causante de tanto desastre - ¿Alguien sabe dónde está Caelan?

Necesitaba respuestas y puede que Dale fuese un lunático, pero era el único que podía dárselas. 

-No, pero tengo algo más interesante para ustedes - respondió Natasha, quién observaba todo desde el otro lado del templo - esas camionetas están llenas de arsenal nuclear.