Lo que más amas

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CHIC@S LES AGRADEZCO LA PACIENCIA. ESPERO LES GUSTE EL CAPITULO. NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR.


En el mismo instante que vio a la figura alta y fornida acercarse envuelta en sombras, supo que algo andaba mal. En su pecho se albergaba una sensación extraña, una combinación de expectación y miedo. No era la sensación amorosa y de deleite que nacia desde sus entrañas al sentir a Michael cerca de ella. 

Y cuando por fin el misterioso rostro salió de entre las sombras su corazón dio un vuelco. 

-¿Que hace aquí?- preguntó, intentando aparentar una calma que estaba muy lejos de sentir. 

-A mi también me da gusto verte querida- le dijo Dawson con grotesca familiaridad- ¿Me extrañaste?

-Nadie seria capaz de echar de menos a un asesino- susurró con impotencia mientras lo miraba los ojos.

-¡Oh vamos! a nadie le hace falta esa zorra- dijo, haciendo un gesto despectivo con la mano, restándole importancia. 

-¿Como puedes decir esas cosas?- estaba a punto de gritar pero se contuvo- era una mujer inocente y tu la mataste.

-¿Inocente?- preguntó Dawson con sorna, soltando un bufido- esa mujer inocente, esa blanca paloma de la que hablas planeaba robarte al estúpido de Michael. No hacia nada más que hablar de él, noche día, sin parar. 

-No podías tolerar que te usará para llegar hasta él, que no te quisiera ni la mitad de lo que lo quería a él...

-¡CALLATE! !CALLATE DE UNA MALDITA VEZ!- su gritó fue estridente, al borde de la locura. Se llevó las manos a la cabeza e inspiró hondo, en un intento de controlarse- es una verdadera suerte que tu todavía estés en este mundo.

-¿Que quieres decir?- dijo Evelyn, mientras comenzaba a retroceder intentando llegar a la abertura entre las altas paredes de arbusto por la que había llegado.

-Lucy ya no esta pero tu todavía sigues aquí y me podrías querer todo lo que no me quiso ella- comenzó a avanzar hacia ella lentamente, al acecho. 

-Jamás podría quererte, ¡lo único que siento por ti es asco y repulsión!

-Eso se puede remediar- avanzó a grandes zancadas, intentando alcanzarla.

Evelyn se dio la vuelta rápidamente e intentó escapar pero una fuerte mano la sujeto por el brazo arrastrándola con tal fuerza que terminó en el suelo. Pensó que la dejaría ahí hasta que esa mano se poso en su cuero cabelludo, jalando el cabello de forma violenta y cruel hasta que la puso de rodillas. Dejo la mano ahí, sujetándola para que lo viera a la cara desde el suelo, en una posición de sumisión. 

-Seremos un matrimonio conveniente. Eres hermosa, rica y espero que también seas fértil- la soltó solo para darle un bofetón con el dorso de la mano, dejándola indefensa mientras tenia la cabeza gacha, sus verdes ojos lagrimeaban y las jotas terminaban derramadas en el suelo de piedra. 

-¡Prefiero quitarme la vida yo misma que casarme contigo!- gritó mientras se palmeaba la mejilla con cuidado y luego se tocaba ligeramente el labio, sus dedos se sintieron húmedos y cuando miró las puntas pudo notar que estaban cubiertas de sangre. Tenia una pequeña cortada en el labio. 

-No morirás a menos que yo te de permiso- su mano se estiró hacia atrás, sacándose algo de detrás de los pantalones. Una pistola- a menos que me colmes la paciencia. En ese caso, te mataré yo mismo- dijo en un siseo.

Parecía estar a punto de golpearle el rostro de nuevo pero esta vez con el dorso del arma. Alzó el musculoso brazo y Evelyn se cubrió el rostro con un brazo en un intento de protegerse mientras apoyaba la otra mano en el suelo, sosteniéndose. 

Espero un impacto que nunca llego. Armándose de valor, Evelyn levantó el rostro y lo miró. Dawson miraba al frente, sin reparar en ella. Su expresión era de conmoción pero a la vez de un malévolo placer. Evelyn no sabia lo que estaba pasando, hasta que una voz controlada pero llena de furia se materializó de la nada. 

-Si aprecias tu vida en lo más mínimo, vas a dejarla en paz. Este es un problema entre tu y yo. Ella no tiene nada que ver en esto- la potente voz de Michael resonó en medio del silencio nocturno, por encima del chapoteo del agua que salía de la fuente y caía rítmicamente.

Evelyn lo miró con lagrimas en los ojos. No podía expresar el alivio que sentía al verlo ahí. Quiso levantarse y correr hacia él pero una mano la tomo con fuerza del cabello y la mantuvo en la misma posición sumisa. Soltó un pequeño gemido de dolor. 

-Y si tu aprecias su vida- colocó el cañón del arma en la sien derecha de Evelyn- vas a dejar de meterte en donde no te llaman- tiró con más fuerza del cabello de Evelyn, haciendo que esta soltará un grito agónico.

Al escucharla, Michael avanzó unos pasos rápidamente, mirándola con terror. No le importo en lo más mínimo que Dawson le apuntará con el arma debido a su acelerado acercamiento. No podía importarle menos su propia seguridad con solo ver que la pistola ya no se dirigía a la mujer que amaba. 

-Siempre fuiste detestable- escupió Dawson con odio- nunca he entendido porque todos parecen tan encandilados contigo Astor, solo eres un imbécil.

Los azules ojos de Michael iban de Dawson a Evelyn. Si los insultos iban a darle tiempo, entonces estaba dispuesto a escuchar cuanta tontería saliera de la boca de Edwards. 

-¿Como supiste que estaba aquí?- preguntó Dawson con autentica curiosidad. 

-Alguien reconoció a tu pequeño cómplice. Contrataste los dudosos servicios de un miserable ladrón para que te hiciera segunda en todo esto. Sabia que eras una rata pero nunca pensé que pudieras caer tan bajo.

-¡Cállate de una puta vez! Así que alguien lo reconoció- pareció meditarlo por unos instantes- es muy probable que lo reconociera un policía que patrulla callejuelas...

-Me impresiona tu ingenio para sacar conclusiones- soltó Michael con sarcasmo, acercándose unos pasos más mientras se llevaba una mano a la espalda; parecía aferrarse a algo, sosteniéndolo con fuerza.

Dawson ni siquiera notó aquel acercamiento. Tan preocupado estaba, cavilando, pensando como iba a salir de esa condenada mansión con la policía pisándole los talones, hombres armados como él que muy probablemente se encontraban custodiando cada posible salida de aquel maldito lugar. Escaparía pero no sin antes terminar lo que había empezado. 

-Tengo el ingenio suficiente para quitarte lo que más amas.

Evelyn no vio venir el golpe. Solo sintió como algo duro y frio se estampaba contra el lado derecho de su cabeza. El impacto dio de lleno en la sien derecha, donde hacia unos instantes había estado el cañón de la pistola. Sintió como las fuerzas la abandonaban y se desplomaba en el suelo frio. Escucho los gritos de alguien que no paraba de mencionar su nombre con voz enloquecida mientras su temblorosa mano tocaba su cabeza, sintiendo como algo caliente y viscoso le cubría la palma de la mano. Quiso decirle a aquella voz que todo estaría bien, que ella estaría bien pero no pudo. El sonido de algo explotando, disparos a la lejanía fue lo ultimo que escucho antes de que su vista de nublará y la oscuridad la envolviera en la inconsciencia.


La trampa del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora