-Entiendo porque lo hizo pero...- comentaba Lawrence con tono conciliador.
-No existe pero que valga. El muy imbécil estaba a punto de matar a mi mujer y...- soltó Michael con desesperación mientras miraba de mala manera al inspector. A punto estaba de continuar con su diatriba cuando notó la mirada confundida de Lawrence.
-¿Su mujer? Querrá decir su prometida- preguntó el hombre con confusión y una pizca de humor nada propios dada la situación, pero no pudo evitarlo.
-Sí, mi prometida- dijo Michael con rotundidad.
Lawrence lanzó un largo suspiro, evidenciando su cansancio.
-Para su suerte ese criminal no ha muerto y al parecer no lo hará en un futuro próximo. También su pequeño cómplice tendrá que vérselas con la justicia
-Eso espero porque si no es muy probable que me encargue del asunto yo mismo- dijo Michael más para más para sí mismo que para el hombre que lo miraba estupefacto.
-Voy a ignorar que dijo eso- le soltó con dureza- no solo por ser usted quien es, sino porque tengo la idea de que es un hombre integro y no un asesino a sangre fría- lo miró con el ceño fruncido.
Michael lo miró por un instante y asintió derrotado.
-Tiene usted razón. Por favor perdóneme. Ya no sé lo que digo- estaba cansado. No había pegado ojo en toda la noche vigilando el suelo de Evelyn y cavilando acerca de lo que había sucedido. Edwards siempre había sido despreciable pero los extremos a los que había llegado resultaban difíciles de asimilar.
-No se disculpe, solo intente mantener la calma. Sé que es un consejo muy pobre para tan lamentable situación pero no puedo aconsejarle otra cosa que tener paciencia.
-Es solo que me cuesta entender que fue lo que lo orilló a esto- no lograba comprenderlo del todo- nunca fuimos amigos. A decir verdad nos desagradábamos mutuamente pero nada justifica lo que intento hacer.
-Cuando fue interrogado no paraba de decir que usted lo tenía todo y él nada. Creo que en su mente enferma era como un tipo de competencia entre usted y él. Como si intentará probar que por una sola vez él lo había vencido en algo. Tampoco tuvimos que presionarlo mucho para que confesará el asesinato de Lucy Watson.
-¿Se comprobó que él fue el responsable?
-Como le dije, no tuvimos que presionarlo. Comenzó a cantar como un canario. No paraba de regodearse en la atrocidad que cometió. Describió meticulosamente como la había estrangulado hasta la muerte.
-¿Explicó las razones del por qué lo hizo?
-Al parecer ella expresó un cierto interés romántico en usted y eso lo hizo perder el control- Lawrence pareció meditar unos instantes- ¿me permite hacerle una pregunta?
-Hágalo.
-¿Había algo entre usted y la señorita Watson?
-Lo hubo.
-Pero...me refiero a si lo había cuando usted comenzó su relación con la señorita Fairchild...
-¡¿Por quién me toma?! ¡De ninguna manera! Sé que he causado escándalos en el pasado pero créame que este no es uno de ellos. Cuando mi relación con Evelyn inició, lo que había entre Lucy y yo terminó de forma definitiva.
-No lo preguntó como una especie de cotilleo indiscreto- el inspector se encogió de hombros- Lo preguntó porque eso comprueba que el crimen perpetrado contra Lucy Watson fue un crimen meramente pasional.
Michael lo pensó con detenimiento por unos minutos y Lawrence lo dejo meditar sin mencionar ni una sola palabra.
-Sin importar lo que haya sido, no quiero que ese malnacido este cerca de mi familia. No estoy dispuesto a perder a mi madre, mis amigos y mucho menos podre soportar ver lastimada de nuevo a mi mu...-se interrumpió, consciente de nuevo de su error- prometida- la palabra comenzaba a resultarle desquiciante. Para fines prácticos Eve era su mujer aunque fuera algo demasiado intimo para mencionarlo.
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La trampa del Duque
RomanceEvelyn Fairchild desea con todas sus fuerzas una última aventura. No es que las tuviera anteriormente pero sería la última antes de verse obligada a casarse con un hombre sin rostro, alguien a quien ni siquiera había conocido pero que estaba a punto...