25-. Tienda Urahara

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- Rukia.- le digo con un tono molesto.- podrías hacer el favor de dejar esa cosa ya?.- me ve de reojo                          

- El joven Kurosaki-kun quiere mi atención?.- lo decía en un tono muy molesto

- No es eso, es que es molesto ir cuidando que no vayas a chocar con algo enana.- y en parte era cierto, ya que desde que nos encontramos me a ignorado, llega tarde a nuestro encuentro diciendo simplemente disculpa y sígueme...

- No he pedido tu ayuda para que me cuides.- me dice retomando de nuevo ese maldito aparato

- tienes razón, hubiera dejado que chocaras con el señor de la bicicleta, con el poste, con la carriola y con la señora, si soy un maldito inconsciente.- le digo muy molesto, ella solo vuelve a mirarme de reojo.- malagradecida.- lo digo en voz baja pero aun así me escucha y me da un codazo.- por qué me pegas?

- Por qué se me pega la gana

- Eres...- me mira con enfado así que no terminó de decir lo que quería, suspiro para calmarme.- en fin, no me has dicho a dónde vamos, ni con quien solo te la has pasado viendo ese maldito aparato

- no es un maldito aparato.- se detiene y se pone frente de mi.- esto es parte de mi trabajo zanahoria parlante, además ya mero llegamos a nuestro destino así que ten algo de paciencia que cuando lleguemos te explicaré todo, mientras cállate y sígueme.- se vuelve a voltear y empieza a caminar.

Yo solo suspiro, en verdad con ella no se puede, es una maldita enana. En fin empiezo a caminar tras de ella.

De vez en cuando le pongo atención para ver que no choque, tsss ¿por qué me preocupo? Que choque si eso es lo que quiere.

¿Que me irá a explicar? ¿A donde iremos? ¿Con quien? Tengo dudas y ella no quiere responder a ninguna.

Tan sumergido en mis pensamientos estoy que yo choque con algo.

- Aushh.- escucho el quejido de la enana.- mira por dónde vas.- me dice enojada volteando a verme

- Tú que te detienes sin avisar

- Pero si vas tras de mí es para que te hubieras dado cuenta maldita fresa

- ¿Fresa? Pues yo no tengo la culpa que seas tan enana que pueda ver sobre ti.- eso fue un gran error pues me dio una gran patada en el estomago que hizo que me cayera.- maldita sea ¿por qué me pegas?

- por insultarme

- tú empezaste

- maldito poste con patas

Y así empezamos con nuestro repertorio de insultos y unos que otros golpes que recibo de ella.

Escuchamos que alguien carraspea la garganta y ambos volteamos.

- Kuchiki-dono.- le saluda el mismo hombre que ayudó a curarla la otra vez.- estábamos esperando por ustedes.- lo dice con una sonrisa divertida.

Rukia suelta el cuello de mi ropa y se voltea a ver completamente a ese hombre.- Urahara-san.- lo saluda tan formalmente.- perdón la demora

- No se apure.- le contesta.- será mejor que entremos antes de que se saquen los ojos.- lo dijo muy divertido

Rukia voltea a verme mientras que yo me paro, antes de empezar a caminar me da un pisotón y yo solo gruño. Empieza a seguir al hombre hacia una tienda, la cual se llama Tienda Urahara, al pasar me percato que vende cosas sencillas como dulces, cosas de aseo, entre otras. Veo como ella pasa más al fondo y yo solo la sigo.

Entramos a un cuarto con una única mesa en el centro. Empiezan a hablar entre ellos y a mí me siguen ignorando. En eso entra una niña con dos coletas y me ofrece una taza de té, yo se la aceptó y empiezo a tomármelo.

Mi camino... serás tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora