El Chico de las 6:30pm

Capítulo 31

—Es la primera vez que alguien trabaja bajo mi escritorio. ¿Debería marcar este día en el calendario?

Mátenme. No puedo creer que ahora no solo me esconda bajo la isla de la cafetería cuando tengo problemas, mi dignidad ha caído hasta el escritorio de Henry. Mis padres, más que convencerme, me obligaron a que debía venir a trabajar, y no esperar a que mi jefe me llame para despedirme. Claro está que no pienso ir a la oficina, lo que menos quiero es encontrarme con Darrell, no me siento preparado para verle, he pasado toda la noche, y hasta que mi padre me dejó frente al edificio, haciéndome mil suposiciones de todo lo malo que podría pasar cuando nos encontremos, porque siendo sincero no espero que ni una cosa buena pueda salir de todo esto. Al final, solo pude llegar hasta la oficina de Henry, y sin vergüenza alguna me he escondido bajo su escritorio, trabajando lo más rápido que puedo para entregarle el informe de fin de mes al director canadiense, que como supuse, es tan calmado que ni siquiera fue capaz de regañarme, solo me pidió que le enviara lo más rápido posible.

Estoy... tan asustado de estar aquí, aunque Darrell no tenga la más mínima idea de en dónde me encuentro, destacando el que sigo sin ir a mi departamento y sin celular. Pero, sin duda, lo peor de todo es que solo hasta este preciso momento me ha pesado el recordar a Oliver. Yo... no sé realmente qué siento por él, y me duele reconocerlo, porque hasta este momento creí que en serio me gustaba, ahora ni siquiera sé si es verdad o actúo por un estúpido reflejo, porque sé que yo le gusto. Puede que sinceramente sienta algo por él, pero estoy tan nublado sufriendo por Darrell, que no puedo vivir con calma las pocas cosas que hago con Oliver.

—Ah, Knight — rayos, Henry no es capaz de permanecer callado más de dos minutos —. ¿Te gustó el regalo que escogí para ti?

—¿Qué? — detengo un momento el escribir en mi notebook, porque me sorprende —. ¿Cuál regalo?

—Ya sabes, como el jueves fue tu cumpleaños traje algo, pero desapareciste, y el viernes solo encontré a Graham en la oficina, así que se lo di a él, para que te lo diera a ti — ah... qué extraño se ha escuchado el que alguien, además de mis padres y Darrell, se vea interesado en mi cumpleaños —. ¿No has hablado con él?

—No lo he hecho en un buen rato... — por alguna razón, decirlo me desanima un poco, quizás es por la forma en que lo hicimos.

—Oh, así que han vuelto a pelear — suspira, y siento como golpea con sus dedos el escritorio —. ¿No quieres salir de ahí abajo? Debe dolerte la espalda y el cuello, llevas casi cinco horas aquí.

—Estoy bien, déjame terminar.

Entre más rápido termine podré irme de aquí y pensar en dónde pasaré el resto del día, porque no pienso regresar a la casa de mis padres, mis opciones están limitadas porque ni siquiera tengo auto, y ya me cansé de viajar en tren si no es con Oliver. Simplemente quiero volver a un estado en que mi mente se encuentre en blanco, porque al menos así no tendré que pensar en...

—¡Henry!

Darrell...

Oh, no, Dios. ¿En verdad fue su voz? ¿Estoy tan paranoico que creo haberle escuchado? Por qué en este momento cuando aún no termino el informe, maldición, ni siquiera sé si es él y mi cuerpo ya ha comenzado a temblar del pánico. Cierro mis ojos con fuerza, porque siento de inmediato el leve ardor que me produce el que se tornen llorosos, y llevo mis manos a mi boca, para evitar que se escuche lo pesado de mi respiración, y sé que es él porque Henry ha dejado de mover sus piernas, aunque toda la mañana lo ha hecho. ¿En serio...? No ahora, no estoy listo.

—Eh... hey. ¿Qué sucede? ¿Necesitas algo? — en seguida intento ahogar el quejido. Qué pésimo es para disimular.

—No... — para empeorar las cosas, suena arrepentido —. Me preguntaba si Max te ha llamado, ni siquiera nuestro jefe sabe dónde está.