Capítulo 70

45 4 1
                                    

He llorado tanto tiempo, que no sé cuándo se detuvieron las lágrimas. Simplemente dejaron de hacerlo. Para ser sincero, no sé qué me duele más, que todos creyeran con firmeza que Oliver me correspondería, y no fue así, o haber caído de un balcón. Cual sea la respuesta, no puedo negar que me ha dolido, lo suficiente como para no querer ni siquiera un poco de autocompasión. Sé que ambos teníamos unos cuantos problemas, pero creí... que todo estaba tan bien, que valía la pena tomar el riesgo de preguntarle si quería ser algo más que un amigo, mucho más que alguien por el que tengo hermosos sentimientos.

¡No debiste engañarme así, Oliver, me gustas, demasiado, habría dado el mundo por ti!

—¿Sabes que no te di un increíble balcón para que llores en él, cierto?

Solo déjame ahogarme en falsas canciones de amor no correspondido, y cerveza alemana, mucha. Todo estaba tan bien, habíamos pasado un hermoso día en el zoológico, un emocionante partido de futbol, una sentimental revelación de mi doloroso pasado, una primera noche juntos, y mi conmovedora declaración. Fueron tantas cosas buenas seguidas, que me confié, y como resultado me rechazaron. Le dediqué cinco meses de mi vida, no le doy ese privilegio a todos, le cuidé como si de algo hecho en cristal se tratase, hice cosas que no haría por alguien más, te presenté a mi madre, adoptaríamos un perro juntos. ¡Tuve sexo contigo, aunque no lo recuerdo!

Fuiste todo para mí, y ahora soy nada. ¡Dios, cuánto creí que éramos el uno para el otro!

—Max, si tuviera que adivinar, estás ebrio.

¡Oliver, te extraño! Tu sonrisa me llevaba de la tierra a la luna, maldita sea, y ni hablemos de lo bien que sabias tocarme. ¡Mi vida es horrible!

¡Aun teníamos tantas cosas por delante! Ahora nunca vamos a estar juntos, teníamos tantos aniversarios por celebrar, me imaginaba viviendo contigo, peleando en la mañana porque ni con besos puedes levantarte, después te pediría matrimonio, y volveríamos a pelear porque nuestros gustos en decoración son tan diferentes, pero habría estado seguro de que el sexo de reconciliación estaría increíble, y después volveríamos a pelear porque tú quieres un perro del tamaño de un dinosaurio, pero yo lo prefiero pequeño, después pelearíamos porque tú quieres hijos, pero yo no quiero ser como mi padre, pero habría tenido diez si así lo quisieras, y nuestra familia habría sido hermosa. ¡Pero me abandonaste, todas las veces que dijiste que me querías, y gemiste mi nombre fueron mentiras!

—¿Estás bien...?

¡Tú no me quieres, ni siquiera para decir que tienes a alguien! ¿Qué rayos buscas? ¡Soy un maldito alemán multimillonario! Podría haberte dado muchas cosas en oro y diamantes, todas las motocicletas que quisieras, vivir en el castillo más grande, en el país que desearas, tendrías el mundo a tus pies, no te habrías preocupado por nada en tu vida.

¡No me importa! Puedo conseguir alguien mejor, no eres el único hombre del universo, estoy seguro que alguien, en algún lugar del mundo, quiere tener mi cuerpo y mi fortuna, porque, Dios, soy perfecto y gano en euros.

Ugh, me duele... el estómago. ¿Dónde estoy...? ¡Oh, no! No en la planta, corre al baño, o a la cocina, pero no... Dios.

—Ven, creo que deberías entrar al departamento.

Desde cuándo... ¿Hay dos Darrell? ¿Eso significa que podemos hacer un trio? Oh, mira, puedo tocar su rostro, no sé qué tiene de especial pero no puedo dejar de reírme, qué masculina se siente su manzana de Adán, Dios, sobre su pecho me dormiría todas las noches, y contra esos abdominales ahogaría mis gritos, ugh... su entrepierna, quiero tocarla.

—¿¡Max!?

—Joder, qué bien se escucha mi nombre en tu voz.

Ya, suficiente, quiero ser tuyo, quiero gritar que te amo mientras tenemos sexo, donde quieras, en mi cama, en la ducha, o en la isla de la cocina, te pongo resistencia o el maldito sumiso que quieras, estás mejor que comer fresas con chocolate, mucho mejor... ¡Oh, por Dios, si así es dormido, ni me lo imagino despierto!

El Chico de las 6:30pmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora