Capítulo 58

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Nunca había subido las escaleras de este edificio tan rápido, creo que en cualquier momento mi corazón se detendrá. Ni siquiera lo pienso dos veces, abro la puerta del departamento, y creo que una terrible sensación me recorre sin dudarlo.

Hoy... es el día, todo lo que yo creo bueno y bondadoso, que admito, para mí no existe, se encontrará en este punto con todas las cosas malas que pueden suceder. No es mucho lo que pido, sinceramente, que se lleven bien, y que se toleren ya es todo un logro para mí. No espero que se vuelvan mejores amigos, pero preferiría que no se odiaran, o terminaran golpeándose. Eh, bueno, no debería pensar en eso. Pero, aunque esto me resulte algo extraño, el día importante ha llegado, por fin, ambos se conocerán.

—¡Darrell! — le llamo cuando no le encuentro esperándome en la sala. En seguida me dirijo a su habitación —. ¡Te dije que vendría por ti a las tres...!

—¡No entres! — chilla, justo antes de que mi mano toque la puerta. Hay un leve silencio, y luego escucho una sutil respuesta —. Acabo de bañarme.

Desvío la mirada, sin saber realmente la razón por la que lo hago, y me deslizo por la pared, lanzando un gruñido al sentir todo mi rostro tornarse rojo. Este es el tipo de cosas que Oliver detesta, y mi cuerpo no lo entiende. Es molesto, porque por más convicción que tenga, se me hace extraño tener que cambiar mi actitud con mi mejor amigo solo porque mi casi novio está celoso, o tiene miedo, no lo entiendo. Isaac no tuvo una buena idea para explicarme, aún estoy algo... avergonzado, y en pánico, porque este día quedó en sus manos, solo porque yo no pude decidir qué hacer.

Y después... estoy yo, en medio de la histeria, sin poder negarle a dos mujeres el que puedan ir tras mi amigo, no me sorprendería que el lunes medio edificio le esté persiguiendo. Que creyeran que nosotros dos somos novios debe ser la causa por la que habían dejado de hablarle tan seguido, y teniendo en cuenta que el idiota solo habla de mí, razones tendrían para creerlo. No importa, sé que nadie ha intentado algo porque seguramente el rumor se está expandiendo.

Darrell no quiere, o no debería, conseguir novia, cuando ese es un tema delicado para él. Hay cosas que yo no conozco de él, sé que se comporta normal cuando está con Sophie, ya se tienen confianza, y parece que está intentando recuperar los errores que cometió con Laura, así parece cuando ella intenta hablarle un poco de español, pero... si quito a esas dos mujeres, y probablemente su madre, la población femenina parece causarle un terror extremo. A veces me pregunto quién se lo provocó.

—¿Camisa, o camiseta? — cuestiona, por lo que solo suspiro. ¿Qué...?

—Camiseta, roja — no quiero hacer de esto algo tan formal, y ese color con el de su piel, es una combinación hermosa. No es que quiera hacerlo oficial, pero el más estresado soy yo.

—¿Pantalón, o jean?

—Jean — la caída que tiene en su vientre es...

Ugh, joder, ya estoy pensando así otra vez. Dios, cálmate, es solo una simple reunión, no estarán solos, también estaremos Sophie y yo, es solo una simple salida entre amigos, no es como si esto fuera a determinar si ambos se odiarán, si podremos tener alguna otra salida, si ellos podrán hablar por propia convicción, sin que esté yo, o si... no, maldición, claro que lo decide todo. Quizás debí decirle a Darrell que utilizara la camisa amarilla, ese definitivamente no es su color, pero... conociendo a Oliver, seguro dirá que se siente inferior a Darrell. Bueno, pero es cierto que todo de él es...

—¿Cómo me veo?

Perfecto, como siempre.

Podría haber escogido este día para parecer más humano, y no un dios griego, el idiota sabe muy bien qué es lo que mejor le queda de toda la maldita ropa que tiene. No quiero parecer pesimista, pero esto será un desastre. Me extiende su mano, por lo que la tomo, y me levanto, solo para recibir unos cuantos besos en mi mejilla.

El Chico de las 6:30pmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora